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Erika Rodríguez Carvajal
Psicoterapeuta

Esta semana quisiera compartir con ustedes una reflexión del DR. Rick Warren.  Rick Warren es el autor del aclamado y mejor vendido libro, La Vida con Propósito, traducido a muchos idiomas y vendido en todo el mundo. .  Afirma la importancia de tener un propósito cuidadosamente considerado y claramente expresado para guiar la vida cotidiana.   El  en este articulo nos comparte acerca del mostrar misericordia y perdón.

En una relación real – ya sea de amistad o en una relación en la que está implícita la ayuda mutua – la gente experimenta misericordia. El compañerismo es un lugar de gracia, donde los errores no se restriegan con recordatorios constantes, sino que son echados fuera y perdonados. El compañerismo aparece cuando la misericordia prevalece  sobre la justicia.

Todos necesitamos misericordia, porque todos tropezamos y caemos, y por lo general requerimos de ayuda para volver al camino. Debido a esto, tenemos que estar dispuestos a ofrecernos misericordia el uno al otro – y estar igualmente dispuestos a recibirla.

Usted no puede tener una relación, sea en el lugar de trabajo, en una organización comunitaria o en una familia, sin el perdón, porque la amargura y el resentimiento siempre destruyen las relaciones. A veces dañamos a otros, sea intencionalmente o no, en cualquier caso, se necesitan grandes cantidades de misericordia y de gracia para crear y mantener las relaciones.

La Biblia ofrece esta sabia advertencia: “De modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes” (Colosenses 3:13).

La misericordia que Dios nos muestra debe servirnos de motivación para que mostremos misericordia a otros, sin importar las circunstancias. Cada vez que usted sea lastimado por otra persona, tiene que tomar una decisión:

¿Usaré mis fuerzas y emociones para vengarme – o para una solución? No puede hacer ambas cosas.

Muchas personas se muestran renuentes a mostrar misericordia porque no entienden la diferencia entre la confianza y el perdón.

El perdón es dejar atrás el pasado. Confianza, sin embargo, tiene que ver con el comportamiento futuro.

El perdón debe ser inmediato, independientemente de si una persona lo pide. La confianza debe ser ganada y reconstruida a través del tiempo.

La confianza requiere un historial. Si alguien le hiere repetidamente, Dios ordena que los perdone instantáneamente, por su propio beneficio, así como el de la otra persona. La falta de perdón puede convertirse en un cáncer emocional, una persistente y letal fuente de amargura.

Sin embargo, no se espera que confíe de inmediato en la persona que le ha lastimado – y no  espera que le siga permitiendo dañarle. Cuando la gente le inflige dolor en su vida, debe demostrar que ha cambiado a través del tiempo, antes de que se pueda recuperar su confianza. Uno de los mejores lugares para restablecer la confianza se encuentra dentro del contexto de un pequeño grupo de apoyo que pueda proporcionarle tanto apoyo como rendición de cuentas.

Pero mientras que usted le está dando a la gente tiempo para hacer cambios positivos, el primer paso debe consistir en dar su perdón, independiente de cualquier acción correctiva que elija tomar.

Tenga en cuenta este conocimiento de las Escrituras: “Más bien debieran perdonarlo y consolarlo para que no sea consumido por la excesiva tristeza” (2 Corintios 2:7).

Quizá deba preguntarse: ¿Alguna vez se encontró con una situación con alguien al que le fue muy difícil de perdonar? Tal vez usted está experimentando actualmente una situación similar. ¿Por qué era (o es) tan difícil de perdonar a la otra persona?

Finalmente el perdonar no es una opción sino la única respuesta si queremos sanar el dolor y tener libertad emocional sin ataduras, ni juicios, ni resentimientos que envenenan no único que realmente nos pertenece: Nuestra vida


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