El Amor más valioso
Jorge Romney fue un famoso pintor inglés alá por el siglo XVIII.
Se dice que desde su niñez demostró que tenía un gran talento y sentido artístico excepcional, así que durante gran parte de su vida se dedicó a pintar cuadros históricos, tambien de la naturaleza y en su mayoría retratos de personajes locales famosos.
En su juventud anduvo de villa en villa y de ciudad en ciudad pintando retratos y vendiéndolos por unas cuantas monedas. Se dice que en una de sus travesías se enconctró a una dama hermosa y se enamoró de ella, después de un tiempo se casó con ella.
Después de haber celebrado las nupcias, uno de los admiradores de Jorge expresó que había sido una lástima que se hubiera casado porque ahora se dedicaría más a su esposa que a su arte, y que este sería el motivo de su fracaso como pintor.
Al saber esto Romney sorpresivamente se separó de su joven esposa, dedicandose a la pintura. El joven pintor viajó por Francia, por la bella Italia, y finalmente regresó a su país natal, a Londres.
Poco a poco había adquirido experiencia, habilidad y prestigio.
Unos de sus más famosos cuadros son “La muerte del general Wolfe”, “Guillermo Bedford”, “Miss Vernon como Hebe”, “Casandro”, “El naufragio”, “Sir Jorge y Lady Warren”, “Las hijas del Párroco”, y “Lady Hamilton como Dafne”.
Se dice que éste último cuadro está en el museo Metropolitano de Nueva York.
La historia cuenta que Romney admiraba tanto a Lady Hamilton que la consideró como su modelo favorito llamándola “la dama divina”.
Fue tan solicitado para pintar retratos de personajes célebres de Londres, que no tuvo tiempo para dedicarse a otro género de pintura. Todo eso le dio fama y por supuesto dinero.
Pasaron los años, y Jorge Romney envejeció y enfermó.
Una tarde de soledad y reflexión juntó las cosas que podía llevar consigo, y se encaminó hacia el norte del país, donde había quedado su esposa, esperando reunirse con ella.
Sorprendentemente la esposa le recibió amorosamente, y lo cuidó con ternura hasta que murió. Tiempo después alguien dijo que el corazón y el amor de la esposa de Jorge Romney eran mucho más valiosos que todos los cuadros que Jorge Romney había pintado en su vida.
Quizá esta historia pudiera ser motivo de un debate acalorado con posiciones a favor y en contra, y estoy seguro que habría más en contra que a favor.
Sin embargo el punto al que quiero llevarle es a pensar en las cosas que anteponemos a lo que debieran ser nuestras prioridades.
Es más me atrevería a decir a lo más valioso en la vida: El amor a la familia. Solemos enfrascarnos en actividades que de alguna manera son buenas, redituables y quizá hasta valiosas, pero pagando un precio muy alto.
Y lo peor de todo es que cuando nos damos cuenta el tiempo pasó y las oportunidades se fueron.
Permítame un momento más.
Hay algo mucho más valioso que con mucha frecuencia descuidamos y esa es nuestra alma.
Jesús expreso lo siguiente: “De nada sirve que una persona gane en este mundo todo lo que quiera, si al fin de cuentas pierde su vida.
Y nadie puede dar nada para salvarla”. (Mateo 16:26 RVC)
Hoy es un buen día para rectificar y poner en orden lo que deben ser nuestras prioridades.
Que tenga un excelente FIN DE SEMANA y gracias por su atención.