Colectivo Efecto Mariposa.
El suicidio ha pasado a ser la segunda causa de muerte a nivel nacional en jóvenes de 15 a 29 años de edad de acuerdo a las estadísticas del INEGI Censo 2016, solo por debajo de la muerte por accidente de auto, lo que lo vuelve la primera causa de muerte e nivel patología, por encima de enfermedades físicas.
En nuestra ciudad las estadísticas tampoco son tan favorables, y van en incremento los casos de personas que toman la decisión de suicidarse, al no poder tener otra salida.
Por lo cual tenemos que estar al pendiente de nuestros familiares y amigos puesto que una persona en depresión severa difícilmente asistirá al psicólogo y menos si cuenta ya con una idea suicida.
Rasgos y síntomas.
Las personas que pueden llegar a tener la idea suicida solo tienen que pasar por un momento significante el cual sea un detonante para poder llevar acabo esta idea, algunos de los síntomas que pueden tener es pasar por una depresión severa la cual tenga una duración de más de 2 semanas, aislamiento, dejar de comer, tener un caminar lento, evitar el contacto visual, comentarios como: “la vida no vale nada”, “todo mejoraría si yo muriera”, ansiedad continua no dejar de mover el pie o manos y pasar de una depresión a una felicidad inmediata sin aparente razón.
Sin embargo en la actualidad los jóvenes muchas veces no pasan por éste periodo de depresión y esto se da porque no saben manejar y reconocer sus emociones. Pero también podemos observar intolerancia, cambios repentinos de humor, impulsividad y enojo muy efusivo, en estos casos es pertinente llevarlos a terapia psicológica para que puedan aprender a encaminar su frustración y cuando se enfrenten a sucesos reales puedan sobrellevarlos.
¿La salida fácil?
En sin número de conferencias de colegas y en algunas otras conferencias he escuchado como se refieren a una salida fácil al hablar del suicidio, pero tenemos que entender que no es una decisión fácil quitarse la vida.
Para esto nuestra mente debió de pasar por un hecho un doloroso para él o ella en el cual ya no puede encontrar como seguir la vida que lleva, es por ello que debemos de prestar vital atención a alguna persona que pasa de una tristeza severa a momentos de alegría porque ya ha tomado la decisión y esto lo libera a seguir sufriendo.
La familia y su muerte lenta.
El suicidio es un tema tabú en nuestra sociedad y más para la familia de una persona que se ha suicidado puesto que es doloroso tener que aceptar que esa personas decidió dejar todo atrás, así como revivir el suceso.
Por lo cual muchas veces lo manejan como un accidente; esto se presta a que los familiares sufran en silencio y no puedan vivir un duelo real ante el suicidio, porque terminan idealizando una muerte menos dolorosa, lo que los puede llevar en la misma familia a que otro miembro pueda tomar esta decisión.
Qué debemos de evitar.
Aunque en redes sociales han lanzado sin fin de campañas en las cual mencionan que si estas en depresión acércate a hablar conmigo, debemos entender que el hecho de hablar no solucionara nada y menos cuando nos ocupamos de ejemplo diciendo “Yo pase por eso y lo supere, veme sigo vivo”, o “Ya no estés triste ya pasara”, “Eso no es para tanto a mí me paso algo más difícil”, estas frases y palabras solo hacen sentir a la persona más miserable por que como los demás puede salir y él no ha podido salir de esa tristeza.
Qué debemos de hacer.
Si detectamos varios rasgos de los que hemos leído anteriormente, debemos de ofrecerle ayuda llevándolo a un proceso, sugiriendo la compañía durante las primeras sesiones, si es un amigo o amiga hablar con sus familiares para que estén al pendiente de más cambios en él o ella, ofrecerle compañía para realizar ejercicio sin sacar juicio sobre lo que él o ella piensa.
Psic. Carlos López Méndez. Colectivo Efecto Mariposa.
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