Se dice que el machismo lo fomenta la mujer, en la mayoría de los casos así es. Hay madres que se empeñan en tratar a su hijo o hijos varones como los jefes del hogar y les delegan un poder absoluto. En estos hogares se pide que la mujer ya sea hermana, prima, tía cualquiera del género femenino, cuide, sirva, y atienda al varón en todos los aspectos. Me dirán que esto es de tiempos antiguos, pues no, aún existe y hay madres que lo fomentan. A la hija se le da poco, al hijo todo y mucho más, pues es el hombre. Hoy, que vivimos tantas tragedias en maltratos a la mujer me gustaría que reflexionáramos un poco.
Si eres madre de un hijo varón enséñalo a ser servicial, a recoger su ropa y limpiar su recamara. Enséñalo a trabajar, un día cualquiera dile que ponga un bazar, que aprenda cuánto cuesta ganarse un peso; enséñalo a que debe ayudarte con cargar las bolsas del super, a bajar las cosas de la cajuela, a abrirte la puerta.
Esto no lo hace menos hombre, al contrario, es caballerosidad. Enséñalo a que las mujeres se respetan, a que no se les pega, a que no son el sexo débil, pues el maltrato destruye los hogares y las vidas; dile que cuando encuentre una pareja con quien compartir su vida, vea en ella una aliada, una compañera, una amiga, no una competencia ni un objeto que adorna el hogar. Permítele llorar las decepciones del corazón, pero enséñale que debe levantarse ante las derrotas, pues en un futuro el será la fuerza de su hogar. Háblale de la lealtad, de la fidelidad, del respeto, y de que todos los actos tienen consecuencias, que haya una conciencia en él de saber lo que está mal y lo que está bien.
Dile que habrá muchas cosas que no le gusten de este mundo, como las modas e ideologías que surgen, pero que debe vivir con tolerancia, que de nada sirve andar peleando y discutiendo con los demás si el mundo muchas veces no se puede cambiar.
También enséñale de la dignidad, del valor y amor propio; que una pareja que ama no pisotea, no denigra, no abusa, para que así cuando el se enamore sepa que debe ser tratado bien y no como si le hubieran hecho un favor.
Dile que no se olvide de fomentar las reuniones en familia, que esto es lo que lo sostendrá y adonde podrá volver siempre que este triste, solo o se sienta perdido. Cuéntale del perdón: que perdone y avance, para que así la vida le sea más fácil de sobrellevar. Dile que habrá traición, a veces de quien menos lo espera, y que esto no debe cerrarlo, que también hay gente buena, que así es la vida, que todo cambia…que todo pasa.
Tu como mamá exprésale tu amor a diario, abrázalo, ten un tiempo de platicar con él; indaga en su corazón cuando lo veas reservado, llénalo de fuerza, compréndelo, pídele perdón si te has equivocado, míralo a los ojos cuando hables con él. Tu eres su primer amor, y como le enseñes a tratarte a ti, el tratara a las mujeres. No olvides que tu eres quien forma, quien siembra y forja, así que deja un buen legado en este mundo.
“Vale la pena ser un buen hombre porque todavía hay mujeres buenas”
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