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Cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS), declaró la pandemia por SARS-COV-2, causante de la enfermedad COVID-19, el pasado 11 de marzo del 2020, la proliferación del virus ha venido impactado de forma importante a todos los sectores de la sociedad que se encuentran enmarcados en la salud y la economía.

Como parte de la estrategia de mitigación de contagio, el Gobierno del Estado de Puebla implementó una serie de medidas estratégicas como el “Pacto Comunitario” cuyo objetivo era la de aumentar la disciplina sanitaria colectiva y corregir en unidad los factores que necesiten atenderse para hacerle frente a la pandemia.

La construcción de una sociedad resiliente hacia una nueva normalidad obliga a una suma de esfuerzos entre gobierno y sociedad con la finalidad de prever escenarios en donde diferentes riesgos podrían ocurrir e interconectarse. Recordemos que no solo la Ciudad de México se encuentra en riesgo sísmico por estar construida en el lecho de un lago, la historia nos demostrado que Tehuacán es una ciudad con una actividad sísmica importante y que debemos estar preparados para actuar en el momento que se necesario.

¿Están listos los protocolos de actuación ante la probable conjunción de dos escenarios?, sísmico y epidemiológico.

Es necesario diseñar acciones de salud pública que establezcan directrices para disminuir la probabilidad de contagios por COVID -19 en el probable proceso de una emergencia de origen sísmico.

De acuerdo a datos del Servicio Sismológico Nacional se han originado más de 14,841 sismos solo del 1 de enero al 30 de mayo del 2020 y durante la Jornada Nacional de Sana Distancia, del 23 de marzo al 30 de mayo se registraron 4,177 eventos; 9 de magnitud mayor a 4.9 y el pasado 23 de junio un sismo de 7.5Mw con fuerte percepción en la Ciudad de México, la mayoría de ellos con epicentro en Guerrero y Oaxaca.

¿Están preparados nuestros hospitales ante una situación de emergencia doble?

Por ningún motivo debemos perder de vista a los hospitales que forman parte de los servicios vitales de nuestra ciudad, estos deben de estar preparados con planes de emergencia hospitalarios internos y externos que garanticen su operatividad con base al modelo de “Hospital Seguro”, es decir deben permitir su accesibilidad y funcionabilidad a su máxima capacidad y en su misma infraestructura inmediatamente después de la ocurrencia de un desastre natural.

¿Está preparada la sociedad para reaccionar ante un evento sísmico en tiempos de COVID-19?

Es importante que la autoridad en materia de Protección Civil, cree estrategias que protejan a la sociedad frente a las amenazas sísmicas y estas puedan ser difundidas como una integración de la Gestión Integral de Riesgos.

● Difusión de medidas de prevención.

● Plan de actuación en el momento sísmico.

● Plan de actuación después del momento sísmico.

Por lo tanto, en medio de la pandemia actual es conveniente entonces revisar los protocolos de actuación ante situaciones de desastre, incorporando a estos, acciones concretas ante la coexistencia de ambas calamidades.


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