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La sociedad poblana está lastimada.

Los poblanos tienen razón en sentirse agraviados por un gobierno que desde hace seis años se ha preocupado más por promocionar la imagen de Moreno Valle que de resolver los problemas que ahogan a nuestro estado.

No nos engañemos: estamos ante el gobierno de los peores, de los políticos que conciben al poder público como un patrimonio propio en favor de ellos, sus familias y sus amigos.

No se podría explicar de otra manera que Moreno Valle proponga a su esposa como su sucesora, y que, peor aún, el PAN solape esta decisión. A pesar de las cifras optimistas, Gali no podrá esconder que su gubernatura y la de Moreno Valle estarán marcadas por el crimen organizado rampante, los feminicidios, la crisis de los huachicoleros y un número de asesinatos sin precedentes.

Gali dice que su administración se ha abocado a luchar contra el crimen, pero la realidad de los poblanos no ha mejorado. El miedo se ha generalizado, las calles ya no pertenecen a los poblanos, sino a los criminales. El arrojo contra la delincuencia que presume el gobernador no se ve reflejado en las cifras reales de asesinatos. 2017 cerró como el año más violento del que se tenga registro en Puebla, con 975 homicidios. Estos números sólo son sobre homicidios. La crisis de seguridad se refleja en otras cifras como el robo violento de vehículos que se triplicó y pasó de cerca de 1,100 robos en 2016 a casi 3,300 el año pasado.

Al ver estas cifras, ¿cómo es posible asegurar que Puebla se encuentra mejor y que ha progresado con respecto a 2016? Nuestro estado está en crisis, y la crisis no desaparecerá negándola. El gobierno federal ya intentó esta estrategia desde que Peña Nieto llegó a la Presidencia en 2012, y los resultados han sido desastrosos. Tan sólo este lunes se registró un nuevo feminicidio en Puebla. El número de feminicidios ha aumentado constantemente desde 2015 cuando se presentaron 50 asesinatos. En 2016 fueron 82, y para 2017 hubo 100 feminicidios. En cuanto a tomas clandestinas de combustible no estamos mejor: en 2017 fuimos el segundo lugar en número de estas tomas ilegales sólo superados por Guanajuato. No obstante, el gobernador dice que no hay crisis, que Puebla progresa.

La crisis de nuestro estado necesita, sí, de una estrategia nueva de seguridad, pero también de inversión en educación y en programa sociales para terminar con la pobreza. El PAN y su alianza dicen que quieren sacar al PRI de la presidencia, pero imitan lo peor de la tradición priista. Mientras ellos dicen que quieren cambiar a México, alimentan el cacicazgo de Moreno Valle. La esposa del exgobernador está en su derecho de participar en la vida política. No obstante, es preocupante que se conciba a la gubernatura de un estado como patrimonio de una familia. El poder público del estado es de la sociedad, es de todos los poblanos. El intento de Moreno Valle de heredar la gubernatura es preocupante, porque la solución de la crisis actual necesita de crítica objetiva a lo que los gobiernos locales han hecho y dejado de hacer. Este año debemos recuperar el gobierno para todos los poblanos.

@MBarbosaMX


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