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Alejandra Garciamontes Pérez
Maestra en Gobernanza Digital

Cuando escuchamos hablar de una alianza de partidos políticos se nos viene a la cabeza, claro quieren seguir persiguiendo el dinero del pueblo, pero en esencia la Alianza “Fuerza y Corazón por México”, fue creada como un espacio donde caben todos sin importar colores, sexo, raza, religión etc., ciudadanos y partidos unidos por un México mejor.

Y digo en esencia, porque en la realidad es muy diferente, por un lado, están los partidos arrebatándose las posiciones para quedar bien y blindarse por cualquier cosa, no vaya a ser que les encuentren con que meterlos presos y ahí se fastidia el asunto.

Por otro, muy lejos vienen los ciudadanos que no van con los partidos, que buscan un proyecto de nación.

Iniciamos el año 2024 con bastante incertidumbre sobre lo que puede pasar en los próximos meses.

¡No es un año normal!, es un año donde nos jugamos nuestro futuro y el del país entero.

La disputa electoral de este año no es entre “fifís vs chairos”, o “de la izquierda vs. la derecha”, si no entre el autoritarismo y un centralismo nunca antes visto en el país, que defiende el gobierno y su partido Morena, frente a la propuesta de restauración de la democracia de la alianza PRI-PAN-PRD y de la sociedad civil organizada, que nunca antes había sido tan importante que participaran en una elección, hoy es definitorio.

Poco a poco se van sumando miles y miles de ciudadanos que se han convencido que el proyecto de la Cuarta Transformación ha sido una desilusión, una mentira y un tremendo fraude.

“Primero los pobres” no ha pasado de ser un botín electoral que nunca encontró realidad en políticas públicas que construyeran las condiciones para reducir los niveles de pobreza en nuestro país.

¡Hoy hay más pobreza y marginación social que al inicio del gobierno!

El reparto de dinero y los aumentos del salario mínimo han sido políticas populistas que, de acuerdo a las evidencias estadísticas, no logran disminuir las necesidades de los sectores sociales más desfavorecidos, por el contrario, han afectado a los generadores de empleos de esta república.

La estrategia que se esconde detrás de estas medidas es la descarada compra del voto y el clientelismo electoral para la 4T.

Un gobierno que ofrece resultados exitosos a la ciudadanía no necesita comprar su voluntad en los procesos electorales.

Pese al dolor que causa a los seguidores del actual “desgobierno”, no existen éxitos tangibles en el desempeño de gobierno de Andrés Manuel. Al contrario, el gobierno a la López Obrador se ha convertido en una apuesta de odio y una división de país.

Todas las obras emprendidas llevan el sello de la mediocridad en su construcción, su falta de planeación y sobre costos exorbitantes han llevado a registrar a este gobierno como el más corrupto de la historia de México disfrazado del gobierno que ayuda.

De cara a la continuidad que proponen las candidaturas de Morena y el propio AMLO como oferta política para el próximo sexenio, ha venido tomando vuelo la propuesta de la oposición política del “Frente Amplio Fuerza y Corazón por México” y la sociedad civil, que impulsa la candidatura de Xóchitl Gálvez.

Con Xóchitl la propuesta se orienta a reestablecer la democracia y a recuperar al país del mayor cochinero de su historia.

Por ello, se lucha por la restauración de la división de poderes en la República, base del Estado de Derecho, la defensa de los órganos autónomos que fortalecen la democracia, contra el militarismo y las mentiras sistemáticas del gobierno, así como institucionalizar la transparencia y la rendición de cuentas de todos los actos del gobierno.

Lastimosamente, la oposición no sabe ser oposición y se están conformando con hacer una simple alianza electoral para ganar posiciones y no se han concentrado en arrasar congresos, en luchar por el voto perdido y así recuperar el país, esta cuesta está imparable, si la sociedad civil no se agarra los pantalones y toma un lugar activo en este país tendemos a ahogarnos, estamos detenidos con una dona de salvavidas.

En un mundo ideal, que es el que me gusta imaginar, se necesitan construir las condiciones para integrar un gobierno plural, de mujeres y hombres de honestidad y capacidad probada, donde no solo truenen los chicharrones de un presidente, donde las necesidades sociales, progreso y educación se antepongan ante la ambición.

Pero como esto no es Disney, es hora de involucrarnos y dejar de pelearnos, es hora de sacar la casta de mexicano y dejar la mediocridad a un lado.


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