Orbe / Tehuacán debe defender la histórica, la auténtica tradición de la matanza y su Mole de Caderas.
sábado 31 agosto 2024 / Hace un año, en 2023 apareció un grupo que dice “promover la tradición del Mole Caderas”.
Nada más alejado de la realidad.
En los hechos se trata de un grupo de introductores piratas que quieren hacer un jugoso negocio montándose sobre una tradición de más de 400 años.
Éstos sujetos que ahora aparecen como “introductores” tienen dos o tres años que de manera oportunista comenzaron a sacrificar chivos y borregos y ahora quieren subirse a una tradición de más de 400 años.
En el Archivo General de la Nación (Argena) hay documentos de Tehuacán que datan de los años 1600 y que son permisos oficiales para el sacrificio de caprinos.
Desde hace más de 400 años ya se hacía la matanza de chivos.
Aún antes de la compra del título de Ciudad de Indios en 1660.
Desde entonces los chivos tenían todo un proceso de preparación.
De inicio nos debemos referir a la trashumancia que es el pastoreo o nomadismo, un movimiento de ganado.
Los chivos originales son pastoreados durante un año; no toman agua y se alimentan con hierbas, arbustos y sal de la Mixteca. Así su carne adquiere el sabor tradicional.
Los chivos de los introductores piratas no tienen esa condición de la trashumancia; no tienen pastoreo alguno.
Incluso los introductores piratas no solamente venden chivos, sino también borregos lo que les permite ofrecer piezas con más carne.
Para lograr esas caderas con abundante carne a los borregos les dan clembuterol.
El clembuterol es un fármaco que tiene características similares a los esteroides anabólicos, utilizados por los fisicoculturistas.
Uno de los usos más comunes en los animales de granja es con el propósito de mejorar las porciones de carne que resulta en una mayor ganancia.
Es decir es un fármaco para que tengan más carnita.
Esos señores no son defensores de una tradición.
Solo son mercaderes de carne.
No tienen ni instalaciones, ni rastro adecuado.
Hace algunas décadas la familia García sacrificaba en la ex hacienda San Lorenzo de la familia Diaz Ceballos donde ya tenían espacios asignados y cazuelas para el cocimiento.
Hoy ¿dónde sacrifican los introductores piratas?
¿Dónde?
Todo esto va en contra de la auténtica, la verdadera tradición de la matanza.
Pero también se deben subrayar las grandes incongruencias que hay detrás del movimiento que busca impulsar a introductores piratas.
Quien dice defender el “patrimonio histórico” de Tehuacán, quien de manera compulsiva compra documentos de la historia de la ciudad –sin importar su procedencia–, quien busca legajos solo para acapararlos, ahora es quien dirige la embestida contra la histórica, la auténtica tradición de la matanza de caprinos.
Quien ya de manera rutinaria se queja y se lamenta de “la competencia desleal” a su negocio es quien ahora orquesta una competencia desleal contra la tradición del Mole de Caderas.
Otro más de sus desplantes protagónicos que exhiben sus tantas incongruencias y desatinos.
Paulatinamente están matando la tradición de la matanza y el auténtico Mole de Caderas.
Los restauranteros de las ciudades de Puebla y Atlixco ya no venden chivos originales.
Solo ofrecen platos de borrego.
A la larga esto es lo que están provocando en Tehuacán: acabar con la tradición.
Lo que representan los introductores piratas es como pan de burro hecho en San Martín Texmelucan o muéganos hechos en Zacatlán.
Por intereses económicos pretenden atropellar la verdadera tradición.
Simplemente es deplorable, deleznable.
Afortunadamente hay tehuacaneros de bien que sabrán entender éstas líneas y saben que estamos plasmando la Verdad.
Atentamente
Fin de Semana
agosto de 2024