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Orbe / La otra crisis de Tehuacán: la económica

Tehuacán, Puebla, sábado 29 de octubre 2022 / La semana que concluye el edil Pedro Tepole declaró que la feria de Tehuacán no ha dado los resultados que esperaba.

De acuerdo al funcionario se calculaba una afluencia de entre 20 a 30 mil personas diariamente.

En los hechos no llega al 10 por ciento.

Probablemente solo sea visitada por mil o mil 500 personas al día.

Las presentaciones musicales de Julión Álvarez y Banda la Trakalosa atrajeron multitudes, pero el resto del día la feria semeja un paraje desolado.

El problema de raíz no lo entiende, ni lo comprende el edil, pero es la crisis económica que agobia a Tehuacán.

Una crisis inédita en su historia.

Tehuacán siempre fue un lugar privilegiado.

Desde tiempos prehispánicos el valle tuvo una especial bonanza.

Los mantos acuíferos reflejados en manantiales y canales permitieron una agricultura floreciente.

En la zona de Tehuacán se domesticó y cultivó el maíz, el amaranto, el frijol, el aguacate, la calabaza, la chupandilla.

La alimentación y nutrición de los pueblos de Mesoamérica era muy superior a la actual.

Más adelante durante la Colonia la población fue el cruce de intercambio comercial entre Puebla, Oaxaca y Veracruz.

A finales del siglo XIX y principios del XX había numerosas jarcierías; con la palma tradicional se tejían cestos, sombreros y petates.

Más adelante detonó la industria embotelladora y a la par la hotelería, los balnearios y un próspero turismo.

A mediados del siglo XX el municipio de San Sebastián Zinacatepec era uno de los principales productores de maíz en todo el país.

A partir de la década de los 50 el valle se convirtió en el hábitat de la industria avícola que creció de manera impetuosa.

A finales del siglo XX la industria maquiladora trajo una nueva era de prosperidad.

Pero toda esa abundancia económica se comenzó a fracturar en los últimos 20 años.

En las últimas dos décadas el comercio, que es el principal soporte económico de Tehuacán, comenzó a padecer la embestida de cadenas foráneas, firmas transnacionales y las llamadas tiendas de conveniencia.

Establecimientos como Sam’s, Walmart, Chedraui, varios almacenes Aurrerá, Coppel, Elektra e incontables tiendas Oxxo y 7/24 comenzaron a menguar y después a abatir al comercio local.

Fue una entrada indiscriminada permitida y avalada por los Ayuntamientos en un proceso lento y pausado que duró 20 años.

Es como aquella fábula de la rana que fue colocada en una olla a fuego lento, muy lento, hasta que quedó cocida sin darse cuenta.

Hoy los grandes comerciantes de Tehuacán al igual que los dueños de pequeñas misceláneas están sufriendo el embate de cadenas comerciales con las que no pueden competir.

Es una competencia abismalmente desigual.

Y mientras todo esto ocurría la Cámara de Comercio de Tehuacán jamás dijo una sola palabra.

La embestida ha llevado a Tehuacán a una crisis económica sin parangón en su historia.

 

La ciudad se está sosteniendo gracias a que la industria maquiladora se mantiene como la principal generadora de empleos.

La Cámara de la Industria del Vestido calcula que se da empleo a 40 mil personas, pero para cumplir con las solicitudes de prendas hay un déficit de mano de obra de otras 40 mil obreras.

¿Entonces qué sucede?

¿por qué la crisis económica?

Porque esas miles de obreras salen los sábados de las maquiladoras y con su pago en mano van a comprar la despensa precisamente a las bodegas Aurrerá o Chedraui.

O van pagando en abonos una pantalla o una estufa en Elektra.

Solo basta ver el flujo humano y de billetes en las cajas de esos supermercados.

El caso dramático se observa durante el llamado “Buen Fin” donde miles de compradores abarrotan los almacenes Walmart, Coppel, Elektra mientras el comercio de Tehuacán se muestra abatido.

¿Cuántos millones de pesos salen diariamente de Tehuacán?

No se puede saber.

No hay manera de conocer la cifra.

Pero toda esa cantidad la pierde el comercio y la economía de Tehuacán.

Esto se refleja en múltiples evidencias, como ahora la crisis que padece la feria organizada por el edil Pedro Tepole que esperaba un recinto lleno y solamente llega el 10 por ciento de lo calculado.

Los grandes sectores de la población están sobreviviendo con sus sueldos de maquiladoras, mientras los comerciantes hacen todo lo posible por mantener abiertos sus locales.

Y hasta el momento no existe una política de reimpulso económico.

Esperemos que llegue.

Tema aparte es una sociedad que considera que en este momento la ciudad tiene otras prioridades, más allá de una feria.

Estamos ante una sociedad mucho más informada y crítica para la que no basta un espectáculo musical.

LA CAÍDA DE “LA CHACALA”, LA SALIDA DE CORNELIO Y EL FUTURO DE TEHUACÁN CON UNA GENERACIÓN DE CRIMINALES QUE NO EXCEDE LOS 30 AÑOS DE EDAD.

 

Detención de “La Chacala”

El pasado 19 de octubre la Secretaría de Seguridad Pública Estatal dio a conocer la detención de Merlín Mónica B. L. una delincuente conocida con el alias de “La Chacala”.

La joven mujer de tan solo 25 años de edad llevaba una mochila con 12 bolsas que contenían marihuana

Existen evidencias -en concreto videos-, que presentan a la fémina participando en robos y asaltos a una docena de establecimientos comerciales.

Son videos de tiendas Oxxo, 7/24, Coppel, un motel, entre otros sitios donde la mujer llegó a asaltarlos y después huyó.

Además de asaltante también es narcomenudista.

La llamada “Chacala” pertenece a la banda de “Los Gordos de la colonia Tehuantepec” donde la conocen como “La Princesa”.

El grupo delictivo es el mismo que el pasado lunes 5 de septiembre acribilló al policía municipal Bruno García Mata quien pereció en el cumplimiento del deber.

Minutos después se dio una enorme cacería policiaca en la zona de la colonia Tehuantepec y en la Meseta de San Lorenzo.

Cerca de 20 patrullas persiguieron a “Los Gordos” hasta que lograron detener a los homicidas del uniformado.

También como lo publicamos oportunamente el pasado viernes 9 de septiembre se conoció la detención de Mario Alberto F. B. alias “El Burras”, líder del grupo delictivo conocido con el mismo apodo de “Los Burras”.

El detenido dio datos sobre una fosa clandestina en un predio ubicado en Santa Cruz Acapa donde fueron encontrados cuatro cuerpos.

“El Burras” tiene 28 años de edad y todo su grupo criminal ronda la misma edad.

Es decir, estamos ante una nueva generación de criminales que no sobrepasa los 30 años de edad.

¿Qué van a hacer estos sujetos en cinco años?

¿A qué se van a dedicar?

¿Van a dejar la delincuencia y se van a dedicar al comercio en un tianguis?

¿o van a abrir una taquería?

Por supuesto que no.

Estos sujetos apenas están iniciando sus carreras delictivas y paulatinamente se volverán más peligrosos y letales.

Este es el momento de detenerlos antes de que los pequeños monstruos se conviertan en capos regionales.

Así como “Los Gordos de la Tehuantepec” o “Las Burras” de Santa Cruz Acapa, en el municipio de Tehuacán operan diez bandas delictivas.

Así lo reconoció públicamente el Secretario de Seguridad Pública Estatal Daniel Iván Cruz Luna en la visita que hizo a la ciudad el pasado 7 de septiembre.

Diez bandas en las que seguramente muchos de sus miembros tienen menos de 30 años de edad nos da un panorama del futuro de Tehuacán.

Cuando los ciudadanos se preguntan:

¿Cómo se descompusieron las ciudades de Celaya Guanajuato o Fresnillo Zacatecas?

Comenzaron precisamente así, con pequeños delincuentes.

El famoso huachicolero “El Marro” de Santa Rosa de Lima Guanajuato era un delincuente de poca monta, un ladronzuelo.

Santa Rosa de Lima es una pequeña población de poco más de mil habitantes.

Ni siquiera es cabecera; en realidad pertenece al municipio de Villagrán Guanajuato.

Es una pequeña comunidad como Santa Cruz Acapa.

Pero ahí surgió un grupo criminal conocido por su extrema violencia y crueldad, al grado que retaba al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

“El Marro” ya fue detenido, pero su organización sigue vigente y continúa igualmente sanguinaria.

Y todo comenzó con un pequeño grupo de hampones.

El miércoles 26 de octubre se conoció la remoción del tercer jefe policiaco en lo que va del periodo de Pedro Tepole.

El oficial de la Policía Estatal Cornelio Meneses fue captado comprando unas cervezas cuando viajaba en una patrulla.

Ese fue el pretexto para destituirlo.

En realidad fue un pretexto.

Porque en los meses que estuvo en Tehuacán nada hizo.

No detuvo a un solo narcomenudista.

Tampoco a un solo ladrón de vehículos.

Ni uno solo.

Cornelio solo quería agarrar a los ladronzuelos de tiendas Oxxo.

Pero a los verdaderos cabecillas criminales no los tocaba.

La detención de “La Chacala” lo hizo el grupo de Inteligencia de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal.

El mando policiaco asignado a Tehuacán solo vino a pasearse.

Ahora veremos qué resultados ofrece el oficial Marco Antonio Toral Rodríguez quien es el cuarto jefe policiaco en el periodo de Tepole.

Nos leemos la próxima semana aquí en Orbe versión web.

Redacción: Orbe, Bufete de Comunicación.
findesemana99@gmail.com

 

 


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