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orbe 1804; sábado 7 de julio de 2018 / Instituto Electoral declara el triunfo de Martha Erika; Barbosa irá ante tribunales

* Miguel Barbosa rechaza el dictamen del Instituto Electoral
* El candidato de Morena señala que impugnará la elección
* Barbosa puede recurrir al Tribunal Electoral del Poder Judicial
* El conflicto poselectoral puede continuar por varios meses

Al cierre de esta edición de FIN DE SEMANA, continúa el conflicto poselectoral.
El Programa de Resultados Preliminares PREP del Instituto Estatal Electoral (IEE), declara que Martha Erika Alonso Hidalgo de la coalición “Por Puebla al Frente” obtuvo el triunfo en las urnas.
Por su parte el abanderado de la coalición “Juntos Haremos Historia” Miguel Barbosa Huerta afirma que él ganó por cerca de 10 puntos de ventaja y adelanta que impugnará el resolutivo ante los tribunales.

Barbosa podrá impugnar ante dos instancias; ante el Tribunal Electoral del Estado de Puebla (TEEP) o en su defecto ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJDF) órgano que podrá aceptar o desechar la solicitud del demandante.

En cualquiera de los dos casos, el conflicto poselectoral puede postergarse por varios meses; incluso hasta noviembre próximo.

Como ya es del conocimiento de la opinión pública la crisis ha desembocado en actos violentos y pandilleriles que de ninguna manera están acordes con una legítima actuación dentro de la legalidad.

PRIMER PUNTO A DESTACAR DEL RESULTADO DE ESTA ELECCIÓN.
EN TEHUACÁN GANÓ EL EFECTO AMLO.
FUE LÓPEZ OBRADOR QUIEN HIZO GANAR A FELIPE PATJANE.
Y EXACTAMENTE IGUAL HUBIERAN GANADO JESÚS ROMERO SILVA, CARMEN SALAZAR O ALEJANDRO VILLARREAL.
LA MERCADOTECNIA POLÍTICA SE LLAMA AMLO Y CON ESA MARCA HASTA PEDRO TEPOLE HUBIERA GANADO.

Felipe Patjane Martínez

Primer punto a destacar del resultado de la elección del domingo primero de julio de 2018.
En Tehuacán, como en muchas regiones del país, ganó el efecto López Obrador.
Fue AMLO quien hizo ganar a Felipe Patjane. Y exactamente igual hubiera ganado Jesús Romero Silva o Carmen Salazar o Alejandro Villarreal.
La marca se llama AMLO y con ella hasta Pedro Tepole hubiera ganado.

El tema es un asunto de mercadotecnia política.
En ORBE muchas veces hemos explicado que los partidos políticos son marcas comerciales, como si fueran un refresco.
En este momento Morena es como si fuera una Coca Cola; el PAN se mantiene como una Pepsi. El PRI ya quedó en el lugar de un Jarritos.
Un partido político se vuelve una marca y ésta es adquirida en forma masiva por el público.

Hace 18 años, en la elección del 2000 el PAN de Vicente Fox era considerado “el cambio” que el país necesitaba. Los mexicanos tardaron un poco en darse cuenta de las calamidades que provocaron los 12 años de des-gobiernos panistas.
Por esa razón en la elección del 2012 el PRI reapareció como un “refresco novedoso” que vendría a paliar la sed de los mexicanos. Peña ganó con amplio margen. En ese 2012 el PRI era como una Coca Cola, el refresco más comprado, la mayor marca de bebidas. Luego de seis años de desastre tras desastre, el PRI terminó en tercer lugar.

Este breve recuento es para subrayar que los partidos políticos son como refrescos en la mercadotecnia política.
Y en este 2018 la marca Morena de AMLO alcanzó su más alto nivel de popularidad social.
Esto hizo que los candidatos de ese partido obtuvieran los mayores índices de votación. Pero repetimos: todo se debe al partido.

A Felipe Patjane le tocó ser el candidato de Morena en este proceso electoral 2018.
Así se decidió en una mesa de La Lonja.

Pero si el candidato hubiera sido Jesús Romero Silva (como indicaba el proceso interno de Morena), entonces Jesús hubiera sido el triunfador del proceso electoral.
O si la candidata hubiera sido la licenciada Carmen Salazar Romero, entonces ella habría ganado.
Es más, si a Pedro Tepole le hubiera tocado la lotería de ser el abanderado, entonces este señor también habría arrasado en las urnas.

Es decir NO se trata de un tema de personas, no se trata de protagonismos individuales.
Felipe Patjane no ganó por ser Felipe Patjane.
Ganó porque la marca AMLO está en su mejor momento; tiene la mayor ventaja y aceptación social.
Morena es un fenómeno nacional que tendrá mayoría en congresos locales, así como en la Cámara de Diputados y Senadores. Patjane ganó porque va montado sobre esa ola majestuosa.

Repetimos, se trata de un asunto de mercadotecnia política.
Y en este 2018 la marca Morena de AMLO está en su mejor momento.
Esa es la única razón por la que ganaron sus candidatos.

AUNQUE DEBE ENFATIZARSE: FUE PREFERIBLE EL TRIUNFO DE PATJANE AL DE OTRAS FIGURAS.

En ORBE debemos enfatizar.
Definitivamente fue preferible el triunfo de Felipe al de otras figuras que contendieron. Es preferible su ventaja a que hubiera ganado René López Cárdenas lo que habría sido un suceso funesto y fatídico para la vida de Tehuacán.

EL PATIÑO FÉLIX ALEJO OBTIENE RIDÍCULA VOTACIÓN.
CON TODA SU DEMAGOGIA Y SU VERBORRA SOLO LLEGÓ A 1,982 VOTOS.

Napo Félix Alejo

Desde un inicio lo apuntamos en esta columna ORBE: Félix volvió a la política local en calidad de patiño.
Alejo Domínguez siempre fue un sujeto servil al PRI. Así, con ese servilismo obtuvo varios cargos en ayuntamientos priistas.
Pero concretamente a partir del año 2004 Alejo se convirtió en el esbirro local del entonces gobernador Mario Marín Torres.

Por esas razones, por su servilismo y abyección, en el año 2007 Félix fue ungido como candidato del PRI a la presidencia municipal de Tehuacán. Entonces todo el aparato marinista se volcó a su favor. Esos eran los años en que Félix se arrodillaba para besar los pies de Mario Marín.
En esos años hubo un personaje que siempre lo protegió y cobijó; fue su padrino Alejandro Armenta Mier el gran benefactor, el tutor.

En el 2010 Armenta pensó que Alejo era un buen prospecto para lanzarlo a la diputación local y así se lo hizo saber a Mario Marín. El entonces edil recibió órdenes de solicitar licencia al cargo y dejar el puesto en manos de su suplente Luis Cobo Fernández.

Hay que decirlo con el debido énfasis, durante esos tres meses el suplente convertido en alcalde interino hizo una magnífica labor. En tan solo 90 días Cobo Fernández hizo mayor y mejor obra que la hecha por varios ayuntamientos pasados.

Pero Félix Alejo perdió la elección en una de las campañas más denigrantes que se hayan visto. Al candidato le gritaban, le rechiflaban, lo insultaban en los mercados y en las colonias populares.
Luego de ese periodo de 2010, “el maistro” se fue a ocultar durante varios años hasta que en meses pasados, en este 2018, reapareció como aspirante del PRI a la presidencia municipal de Tehuacán.

Félix se registró como formal pre-candidato del PRI a la alcaldía de Tehuacán. Hoy queda claro que solo estaba buscando la manera de presionar, de maniobrar para obtener algún tipo de beneficio.
Y ese beneficio llegó pero por la vía del morenovallismo. Félix a través de sus hermanos Cupertino y Hugo Alejo Domínguez fue a cambiar de amo.

En 2007 era la mascota de Mario Marín y en el 2018 fue a ponerse a los pies de su nuevo amo, Rafael Moreno Valle, quien lo hizo candidato del Partido Compromiso por Puebla y el Partido Pacto Social de Integración.

Aquí en ORBE claramente lo apuntamos: Félix sólo es un patiño; nada más lo envían para echarle porras a Martha Erika Alonso y para quitarle algunos votos a Milton López Bretón.
En realidad nunca, nunca tuvo una posibilidad real de triunfo.
Ya tiene dos derrotas electorales en su haber: el fracaso del año 2010 y ésta de 2018.
Toda su verborrea y toda su demagogia solo le sirvió para obtener 1,982 votos: una votación ridícula y patética.

PEDRO TEPOLE NO PUDO LEVANTAR NI CON LOS ATRIBUTOS DE NINEL CONDE.

Pedro Tepole

Otro que llegó a hacer el ridículo fue Pedro Tepole Hernández quien hizo la campaña más cara de todas.

El despilfarro de Tepole quedó demostrado en las cientos y cientos de lonas que colocó por todo el municipio. Pero sobre todo el gasto exorbitante quedó evidenciado con la presentación de la cantante y vedette Ninel Conde y de un grupo musical.
Aquí lo que conviene subrayar es la manera, la conducta emocional en que se comporta el electorado.

Pedro Tepole no es tehuacanero.
Nunca ha tenido una vida formal en la ciudad.
Nunca ha estado involucrada con las causas de Tehuacán.
Sus antecedentes como presidente municipal de Nicolás Bravo son nefastos.
Está más que comprobado y demostrado que es el principal talamontes y depredador de la naturaleza en la región.
Es un analfabeta funcional: medio lee, medio escribe.
No tiene preparación alguna.
Su planilla era un mazacote de personas improvisadas y de bajo perfil.
Y con todo esto obtuvo 19 mil 747.

¿Pues qué le pasa a la gente de Tehuacán?
¿Dónde tienen la cabeza?
Simplemente se dejan llevar por un furor momentáneo y emocional.

Cuando observamos que 19 mil tehuacaneros votaron por Tepole es como cuando en la calle vemos a una joven guapa y bien arreglada acompañada de un novio andrajoso y nos preguntamos:
¿Pues qué carajos le vio?

De la misma manera nos preguntamos
¿Qué le vieron 19 mil tehuacaneros a Pedro Tepole?
No tenemos la menor idea.

COLUMNA CÚPULA
¿HASTA DÓNDE LLEVARÁ MIGUEL BARBOSA ESTA PUJA?

Miguel Barbosa Huerta

Desde siempre las reacciones poselectorales han sido la sal y la pimienta de estos procesos.
La historia de México consigna al pintoresco personaje Nicolás Zúñiga y Miranda quien en cinco ocasiones contendió contra José de la Cruz Porfirio Díaz Mori y en todas se declaró vencedor. Desde entonces y hasta la fecha los sainetes poselectorales son el sazón de toda jornada.

México vivió un proceso electoral inédito e histórico.
Luego de 30 años de gobiernos abiertamente neoliberales el país ha virado a un régimen de izquierda moderada.
Y todos parecen congratularse de ello. Los perdedores de la contienda aceptan los resultados; la comunidad internacional felicita al triunfador e incluso los mercados se muestran benevolentes con el cambio de régimen.

De un día para otro México dio un giro de 180 grados y pasó de 30 años de políticas de derecha a un gobierno de izquierda mesurada.
En realidad estamos ante un cambio abrupto, un ‘volantazo’ de trailero.
Pero para sorpresa de todos el tráiler no se volcó; no dejó sus partes desparramadas en el pavimento, ni causó conflictos en la carretera.

Fue un ‘volantazo’, un giro de golpe, pero curiosamente la mañana del lunes 2 de julio todo el país se mostró sereno y apacible.

Los enrarecidos ánimos electorales dieron paso a una camaradería y civilidad políticas nunca antes vistas.
Los grandes sectores sociales se muestran emocionados con el triunfo de López Obrador sin llegar a triunfalismos fanáticos.

De manera particular debe subrayarse que durante la mañana del lunes 2 de julio no se dieron sobresaltos económicos, ni financieros.
El peso no se devaluó; no hubo pánico, ni compra de dólares; tampoco se reportaron salidas masivas de capitales.
La hipersensible Bolsa Mexicana de Valores no registró variables a destacar.
Serenas, las cúpulas empresariales del país salieron a reconocer el triunfo de AMLO.
Este es el escenario nacional la mañana del lunes 2 de julio.

Solamente en un punto del país los ánimos amenazan con desbordarse; únicamente en un estado la crisis no concluye.
Solamente en Puebla se vive un proceso poselectoral agitado y convulso.

Las cifras oficiales, las únicas emitidas por un órgano institucional debidamente reconocido señalan que hay una ventaja para Martha Erika Alonso Hidalgo.
Una ventaja cercana a los cuatro puntos porcentuales, pero al fin y al cabo ventaja.
Este es el resultado oficial e institucional del proceso.

En la esquina contraria Miguel Barbosa Huerta rechaza el resultado y afirma que en su recuento la ventaja asciende a diez puntos a su favor.
Agrega que se está gestando un fraude electoral, pero aún no solicita la ‘anulación’ de la elección.

Será en unos días cuando el Instituto Estatal Electoral salga a emitir el resolutivo definitivo. Y ese será favorable a Martha Erika Alonso Hidalgo.

Barbosa lo podrá impugnar ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y con esto el pleito legal, la llamada ‘judicialización’ se iría hasta el mes de octubre o noviembre.
¿Hasta adonde llevará Barbosa esta puja?
¿Hasta el momento de quedarse solo?
¿O hasta que Andrés Manuel lo conmine a ‘serenarse’?
Todo se resolverá en los siguientes días.

COLUMNA CÚPULA
PARA BARBOSA LOS SUCESOS EN EL HOTEL MM SERÁ COMO EL PLANTÓN DE REFORMA;
LA POLARIZACIÓN MENGUARÁ SU BONO SOCIAL.


martes 3 de julio de 2018.- Uno de muchos videos sobre la violencia en el hotel MM.

El pasado primero de julio López Obrador obtuvo una victoria histórica con una votación abrumadora.
Tan solo las cifras de la elección y la nueva conformación de las cámaras alta y baja nos hablan de un acontecimiento sin antecedente para un partido de oposición.

Pero los altos índices de popularidad de Andrés Manuel no siempre fueron los mismos.
Y para esto baste recordar el periodo de la toma de Paseo de la Reforma en los días siguientes a la elección de 2006.

Fue en ese periodo cuando AMLO enfrentó en las urnas al panista Felipe Calderón y al priista Roberto Madrazo Pintado.
Inapelable, indiscutiblemente el abanderado albiazul se levantó con un falso triunfo.

Eso le valió pasar a la historia como un ‘presidente espurio’.
El panista ungido con la banda presidencial se encargaría de reforzar los argumentos de un enorme fraude electoral con su expresión ‘Haiga sido como haiga sido’.
Ese episodio quedará para la historia como un capítulo negro.

Meses después iniciaría la falsa guerra contra el crimen organizado que desembocaría en un genocidio nunca antes visto.

Pero el punto es que en los días siguientes AMLO cometió una serie de errores políticos que menguaron su liderazgo social.
Pero para percatarse de ese debilitamiento tendrían que pasar seis años.

Fue en el 2012 cuando quedó en evidencia que los grandes sectores del electorado aún se veían atemorizados por las probables reacciones del tabasqueño.

En aquel 2006 fue cuando López Obrador pronunció aquella enfebrecida frase ‘¡Al diablo con sus instituciones!’ y acto seguido convocó a la toma de Paseo de la Reforma.
Aquella encendida y airada decisión mermó, menoscabó la credibilidad y el bono social del aspirante presidencial.
Por supuesto, sus seguidores y corifeos estaban fascinados con aquellas medidas propias de un radical.

Pero a la opinión pública no le parecieron ni fascinantes, ni atinadas.
Los grandes sectores de la población vieron a un Andrés Manuel drástico, rijoso, contestatario.
Sus adversarios aprovecharon esas semanas para insistir ‘¿Ya ven como si es un peligro para México?’

El político, como cualquier otro ente puede evolucionar o involucionar; desarrollarse o reducirse.
Y en el caso de AMLO inapelablemente creció en su dimensión humana y política.
Han pasado 12 años de aquel episodio y hoy estamos ante un López Obrador muy diferente; hoy lo vemos sosegado, equilibrado, prudente, ecuánime.
Y la sociedad así lo percibe.

Muchos de los jóvenes veinteañeros que hoy votaron que AMLO ni siquiera están enterados de aquel pasado radical mostrado en Paseo de la Reforma hace 12 años.

El episodio ocurrido en Puebla la tarde del martes 3 de julio en el MM Grand Hotel tendrá un efecto similar al ocurrido en Paseo de la Reforma.
Debe subrayarse que Miguel Barbosa Huerta es un personaje poco, muy poco conocido en la ciudad y el estado de Puebla. Su carrera política la inició en Tehuacán y de ahí brincó a la Ciudad de México, sin pasar por la Angelópolis.
Ahora llega a Puebla como candidato a la gubernatura y los grandes sectores sociales por primera vez saben de él. Pero hasta hace poco no lo conocían.

Si bien es cierto que el efecto, el tsunami AMLO creó de golpe toda una nueva generación de políticos morenistas, es igualmente cierto que Barbosa ha sido un personaje controvertido y polémico, aún en medio del furor lopezobradorista.

En toda la entidad -en mayor o menor grado-, se dio esa corriente que siempre propugnó por el ‘AMLO si, Barbosa no’. Y esto se vio reflejado en una votación cruzada que alcanzó poco más de medio millón de sufragios.

Poco más de 500 mil poblanos le dieron el voto a López Obrador pero se lo negaron a Barbosa.
De ese calado fue la magnitud del voto cruzado.

Pero hoy luego de los acontecimientos en el hotel MM, Barbosa no se percata de que los grandes sectores sociales de Puebla están horrorizados con una violencia poselectoral nunca antes vista en la Angelópolis.

Y es que la sociedad poblana siempre proclive a guardar las formas y la urbanidad, simplemente no puede aceptar que en su ciudad, en su zona metropolitana ocurra un episodio como el visto en decenas de videos.

Barbosa tampoco se da cuenta de que a su corte formada por Nancy de la Sierra, José Juan Espinosa, Alejandro Armenta y Fernando Manzanilla tampoco le interesa crearle un buen ambiente social en Puebla.
Para todos esos personajes es una prioridad, una necesidad urgente enturbiar y ensuciar el proceso poblano.
Esa es su manera de vengarse de los agravios pendientes con el morenovallismo.

No les interesa el costo social que se endosa a Barbosa luego de la violencia desatada en el MM, sólo les importa ensuciar la imagen de Martha Erika Alonso.
Ese es su objetivo y propósito único.

El litigante Barbosa tardará unas semanas en percatarse de que aquella violencia en el MM tendrá un efecto equivalente a la toma de Paseo de la Reforma.
Al interior de su círculo fue un éxito eufórico, pero al exterior fue un desastre.
Y la sociedad poblana no tardará en extenderle la factura.

Redacción: Orbe, Bufete de Comunicación
findesemana99@gmail.com


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