PRIMER ACTO DE UN PANISMO DEGRADADO
EL PATÉTICO ESPECTÁCULO DE UN PANISMO INDIGNO:
LOS PANISTAS QUE ESTÁN EN LA NÓMINA DEL GOBIERNO DEL ESTADO;
LOS QUE LES DEBEN SU CARGO A SUS AMOS DE PUEBLA TUVIERON QUE DOBLEGARSE Y APOYAR A RENÉ LÓPEZ CÁRDENAS.
Este fue el patético espectáculo de un panismo indigno.
Los panistas que están en la nómina del gobierno del estado; los que les deben su cargo a sus Amos de Puebla tuvieron que doblegarse y apoyar a René López Cárdenas.
Lo que se vio los días miércoles 21, jueves 22, viernes 23, sábado 24 y domingo 25 de febrero fue un espectáculo DENIGRANTE, patético, grotesco.
Algunos panistas, los que siempre hablaron del ejemplo y del legado de Paulita García viuda de Hanneman; los que se llenaban la boca hablando de la militancia, de la trayectoria, de la vocación de servicio, de “el bien común”, simplemente quedaron convertidos en unos repartidores de dinero.
Desde la ciudad de Puebla los Amos de la política panista dieron la orden de apoyar al locutor René López Cárdenas, un ciudadano que no es panista, que nunca fue panista, pero que ahora aparece como panista.
Los panistas que son parte del aparato burocrático; los que están en la nómina del gobierno del estado tuvieron que tragarse su “orgullo” y “dignidad” panista, para apoyar al locutor René López Cárdenas.
Hay que decirlo algunos de ellos eran aspirantes a la presidencia municipal. Pero bastó una sola llamada para doblarlos, para doblegarlos y ponerlos de rodillas.
Sus aspiraciones, sus anhelos, sus objetivos quedaron reducidos a cenizas.
Con una sola llamada telefónica los doblegaron. Los nombres de los panistas sometidos aquí están:
Javier López Cuevas,
Verónica Sobrado Rodríguez,
Lorena Abascal Herrero,
Francisco “Paco” Medina Mendoza,
entre otros…
SEGUNDO ACTO DE UN PANISMO DEGRADADO:
UN PROCESO INTERNO AMAÑADO Y TENDENCIOSO.
A LOS AMOS POLÍTICOS DEL PANISMO DE LA CIUDAD DE PUEBLA SE LES OCURRIÓ IMPLEMENTAR UN PROCESO INTERNO LLAMADO “INDICATIVA”.
EN REALIDAD UNA PARODIA PARA JUSTIFICAR UNA BURDA IMPOSICIÓN.
Desde hace seis meses aquí en FIN DE SEMANA señalamos que el proceso interno panista era un DESGARRIATE.
Así lo titulamos, así lo presentamos.
Y durante los últimos seis meses vimos un estira y afloje, una jaloneo entre todos los aspirantes.
Este juego caótico y desordenado hizo que los “amos del panismo” en Puebla decidieran maquillar, darle una manita de gato al proceso interno.
Se les ocurrió fabricar un proceso interno llamado “indicativa”; una especie de asamblea donde solamente los miembros activos del PAN podían votar.
Pero además hicieron la aclaración de que aquella persona que ganara la “indicativa” NO se convertiría en el candidato inmediato.
Es decir la dichosa “indicativa” solo sería como un termómetro para medir la opinión y el parecer de los panistas tehuacaneros.
Pero ojo, mucho ojo.
La cúpula del poder, los “amos del panismo” en la ciudad de Puebla NO se atrevieron a convocar a una “Asamblea de Delegados”.
Simplemente no se atrevieron, porque pese a que tienen a toda una camada de panistas en nómina sabían PERFECTAMENTE que una “Asamblea de Delegados” con toda la formalidad y el rigor la iban a perder.
Por eso se fueron por la vía fácil de una “indicativa”; una simple parodia.
TERCER ACTO DE UN PANISMO CORROMPIDO
EL DÍA QUE DEGRADARON Y CORROMPIERON UN PROCESO INTERNO PANISTA.
AL MÁS PURO ESTILO PRIISTA, ALGUNOS DIRIGENTES COMENZARON A OFRECER DINERO A LOS MIEMBROS ACTIVOS.
Y LOS QUE SIEMPRE CITARON FRASES DE PAULITA GARCÍA VIUDA DE HANNEMAN LLEVABAN LOS SOBRES CON DINERO.
La descomposición panista se agudizó el día miércoles 21 de febrero, cuando algunos dirigentes panistas o que tienen cargos de relevancia partidista comenzaron a visitar a los miembros activos para ofrecerles dinero a cambio de su voto.
Dice el refrán “De acuerdo al sapo es la pedrada”, por esta razón a algunos miembros activos del PAN les ofrecían mil pesos por su voto, pero a otros les dieron hasta 5 mil pesos.
A ese grado llegaron, al punto de vender su “dignidad panista” por unos billetes.También utilizaron otra estrategia priista: el acarreo.
Contrataron colectivas para llevar a los panistas que son miembros activos desde sus colonias, hasta el centro de Tehuacán. Las colectivas se estacionaban en Reforma Sur, a unos metros de la 3 Oriente – Poniente.
En algunas unidades llevaban cuatro o cinco panistas.
En otras solo dos. Los viajes iban y venían. Solo así pudieron acarrear los 355 votos que le dieron a René López Cárdenas.
EN ESTA COLUMNA ORBE SIEMPRE HEMOS HABLADO DE LA TRADICIÓN DEMOCRÁTICA DEL PAN.
Podremos estar o no de acuerdo con sus tesis y premisas políticas. Pero nadie puede poner en duda que el panismo tehuacanero era (repetimos), era un partido con una profunda tradición de democracia interna.
En estas páginas de FIN DE SEMANA siempre sostuvimos que los procesos internos panistas son los verdaderos latidos de la militancia albiazul.
En el año 2013 citamos una frase de Gustavo Madero Muñoz, quien entonces era presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PAN: “Los procesos internos son el resorte que impulsa a nuestros candidatos”.
Si Madero viera el proceso interno de Tehuacán en este 2018 vería un marranero nunca antes visto; el proceso más desaseado y repugnante en la historia del panismo local.
Fue un verdadero, un auténtico marranero.
¿Cuánto dinero se repartió?
No podemos saberlo, pero fueron miles y miles de pesos los que se entregaron a manos de ALGUNOS miembros activos del PAN.
Y los que repartían el dinero son los mismos que apenas hace unos meses citaban las palabras de Paulita García viuda de Hanneman.
Si Paulita la legendaria fundadora del panismo viera el marranero en que se convirtió su partido, sin duda alguna, se volvería a morir.
Esta fue la votación final:
René López Cárdenas: 355 votos
Rubén Huitrón López: 228 votos
Jacobo Aguilar Sánchez: 203 votos
Elíseo Lezama Prieto: 122 votos (Quedó en último lugar).
CUARTO ACTO DE UN PANISMO CORROMPIDO
EXISTE LA CLARA, LA EVIDENTE INTENCIÓN DE DESTRUIR AL PANISMO TEHUACANERO.
DESPEDAZAR LO QUE QUEDA PARA SUSTITUIRLO POR FIGURAS QUE SON MERAS OCURRENCIAS.
Solamente no ven esta oscura intención quienes están en la nómina estatal.
Lo que los verdaderos, los auténticos y LIBRES militantes del PAN deben darse cuenta es que existe la clara intención de destruir al panismo tehuacanero tradicional.
Al hacer a un lado a los cuadros auténticamente panistas y colocar en su lugar a figuras que nunca fueron panista; a priistas disfrazados que son ajenos al panismo, lo que quieren hacer es desplazar, remplazar, sustituir a la clase panista tradicional.
Ojo, repetimos, no pierdan de vista este análisis.
Llevar a expriistas o personas ajenas es el principio de una estrategia para destruir al panismo tradicional.
El día de mañana pueden colocar a cualquier monigote con pasado priista o completamente contrario al panismo. Y solamente unos cuantos levantarán la voz.
Señoras y señores lectores: esto representa la destrucción, la demolición del panismo tehuacanero.
Repetimos: estamos ante el intento de destruir a toda la clase panista local y sustituirla por una serie de ocurrencias e imposiciones.
LA ÚNICA FIGURA QUE DEFENDIÓ LA VERDADERA DIGNIDAD PANISTA FUE RUBÉN HUITRÓN LÓPEZ: SU INTEGRIDAD Y CONGRUENCIA QUEDARÁN PARA LA HISTORIA DE TEHUACÁN.
Esta presencia debe destacarse y subrayarse.
El único panista que luchó por defender a la militancia panista fue Rubén Huitrón López. Sobre Rubén siempre hemos apuntado que es un hombre honesto, sano, congruente.
Con esa misma integridad se adentró en un proceso que se denigró.
En torno a Huitrón ya se había formado toda una nueva generación de tehuacaneros que esperaban una oportunidad de hacer un gobierno municipal con sentido y responsabilidad social.
Todo eso se fue al caño.
A ELISEO LEZAMA PRIETO LO VOLVIERON A UTILIZAR COMO A UN TÍTERE.
AUNQUE EN SU SOBERBIDA DESMEDIDA NO SE DIO CUENTA.
El papel que jugó Eliseo Lezama Prieto fue el de un títere, una marioneta. Tal y como siempre lo hemos dibujado.
La realidad es que a Eliseo solo lo dejaron que se registrara para que le bajara votos a Rubén Huitrón. Esa fue su función, su tarea. Aunque él no se dio cuenta.
El soberbio, arrogante Eliseo no se dio cuenta de que solo lo usaron, pero en medio de su ambición creyó que podía ganar el proceso interno panista.
Y como quedó demostrado se fue al último lugar de la votación.
Repetimos las cifras para que el lector vea que Eliseo quedó por debajo de Jacobo Aguilar.
René López Cárdenas: 355 votos
Rubén Huitrón López: 228 votos
Jacobo Aguilar Sánchez: 203 votos
Elíseo Lezama Prieto: 122 votos (Quedó en último lugar).
COLUMNA CÚPULA.
LA DEMOLICIÓN POLÍTICA DE RICARDO ANAYA APUNTALA EL FUTURO DE RAFAEL MORENO VALLE.
Lo que sucede en este momento debe leerse en el mismo contexto del Estado de México. Aquella elección desarrollada en la tierra presidencial, en el feudo del Grupo Atlacomulco es el mismo modelo que se aplica en esta sucesión.
Volcarán el aparato federal y todos los recursos para imponer a José Antonio Meade, tal y como lo hicieron con Alfredo del Mazo Maza.
Solo que en este proceso hubo un agente que se atravesó; se llama Ricardo Anaya y es un elemento en proceso de demolición.
En este momento el aparato federal está dirigido a devastar, a colapsar la candidatura de Anaya. Ésta embestida brutal y sin parangón busca dejar al queretano en la postración total.
¿A qué grado llegará la cargada?
Al punto de orillarlo a que presente su renuncia como candidato.
Este escenario, que en una primera instancia pareciera improbable e inaudito, es la verdadera intención del aparato peñista.
La “nomenklatura” priista léase la familia Hank, el Grupo Atlacomulco, el sempiterno operador Carlos Salinas de Gortari, el Grupo Hidalgo, el clan Moreira, los tecnócratas Pedro Aspe Armella, Luis Videgaray, entre otros, no están dispuestos a entregar el poder.
En primer lugar porque para ellos el poder es su alimento vital. Pero en este momento se añade un factor adicional. En este proceso electoral ganar o perder la sucesión se convierte en un asunto de sobrevivencia. La corrupción en el gobierno peñista ha sido monstruosa y despiadada.
Algunas pruebas están ahí, en las investigaciones realizadas por la organización ‘Mexicanos contra la Corrupción’ que fueron publicadas con el título de ‘La estafa maestra’. Pero todo indica que el saqueo tiene proporciones apocalípticas.
Ante esto la entrada de un hipotético gobierno anayista o lopezobradorista representaría una oleada de funcionarios peñistas procesados administrativa y penalmente. Prominentes figuras como Rosario Robles Berlanga (por sólo citar un ejemplo), terminarían tras las rejas por el peculado, la desviación y el saqueo de cantidades estratosféricas.
Este es otro resorte que impulsa al gobierno peñista en su exitosa estrategia de demoler a Ricardo Anaya. En este momento la renuncia del queretano parece una opción lógica, realista y probable. Si en las próximas semanas continúan los escándalos sobre corrupción, oscuros manejos financieros, socios desaparecidos y cantidades que se mueven en la banca internacional, la renuncia de Anaya será un hecho.
Y ésta será una oportunidad sin igual para Rafael Moreno Valle, quien en ese momento evaluará si las condiciones y circunstancias son propicias para entrar al proceso presidencial o dejar que sea otro agente el que se suba a una batalla que está perdida.
En estas semanas por venir, Rafael no perderá la oportunidad de colaborar en la demolición de Anaya. Es el único protagonista del panismo que tiene un operador dentro del cuarto de guerra de José Antonio Meade. El pequeño tecnócrata y candidato presidencial debe saber que Javier Lozano Alarcón rinde cuentas directamente a Moreno Valle.
Si Anaya cae o no de la candidatura, eso es secundario para Rafael, quien solo espera ver a Ricardo en la postración política.
Aquí en esta CÚPULA lo apuntamos una y otra vez; el lunes 2 de julio Rafael Moreno Valle se levantará convertido en el principal jefe político de un panismo devastado. Que conste, todo está ocurriendo tal y como lo anticipamos desde hace dos meses.
Pero esperemos al mes de julio para corroborar.
COLUMNA CÚPULA NACIONAL
2018: EL PEOR AÑO DE LA POLÍTICA MEXICANA.
Hace unos meses en esta CÚPULA apuntamos que estamos ante la muerte de las ideologías partidistas. Ya no hay identidad; la filiación ha perecido; todas las premisas de los fundadores del PRI, PAN, PRD han sido arrojadas al cesto de la basura.
Estamos ante el empoderamiento del pragmatismo.
Únicamente importa el fin; los medios sólo son un automóvil de alquiler; las ideologías quedaron como artículos decorativos en las oficinas de los dirigentes y candidatos.
Pero hagamos un listado de los factores que hacen de este 2018 el peor año de la política mexicana.
PRIMERO.- El factor de un pragmatismo exacerbado, descarnado, cínico, en que los agentes y protagonistas políticos brincan de un partido a otro sin pudor y sin rubor, prácticamente se ha convertido en un hábito.
Los políticos ya ven de manera natural que Cuauhtémoc Blanco compre una candidatura y luego montado sobre la popularidad que le queda sea ungido como abanderado. O que el priista Javier Lozano Alarcón trabaje para un exgobernador aliancista, se ostente como panista, pero retorne a sus orígenes tricolores. O de Margarita Zavala que siempre militó en el PAN pero que ahora denuesta e injuria el instituto que le regaló un periodo presidencial.
Los políticos lo ven normal. Incluso la ‘comentocracia’ nacional se ha acostumbrado a este juego de acrobacias circenses. Pero el pueblo mexicano, el ciudadano de a pie mira con estupor vomitivo ese espectáculo denigrante de oportunismo y voracidad.
Para el elector promedio es nauseabundo que un político brinque de un partido a otro con pretextos que argumentan: ‘congruencia’ e ‘identidad’; cuando es lo que menos tienen.
La política del cinismo ha normalizado lo que los ciudadanos aborrecen.
SEGUNDO.- En ninguna otra campaña presidencial habían corrido los ríos de lodo e inmundicia exhibidos en este 2018. Las evidencias demoledoras de corrupción en instituciones públicas y manejos turbios en instancias privadas.
El nivel de suciedad que corre en este proceso que apenas está por iniciar, asquea a los electores a niveles nunca antes vistos.
Es claro que México está inmerso en una involución. Todo el marco legal administrativo; las instancias jurídicas encargadas de las agendas de anticorrupción y transparencia; el fortalecimiento de los órganos de auditorías federal y de los estados, de poco han servido.
Hoy podemos conocer la manera en que se desvían cantidades estratosféricas de los programas federales; podemos enterarnos de los negocios privados que triangulan recursos a través de la banca internacional; pero pese a todo esto, nada ocurre, no hay procesos, ni procesados. Simplemente es gritar: ‘Ahí va el ladrón’, pero el hampón sigue en campaña, como si nada.
TERCERO.- Las agendas electorales distan mucho de las demandas y reclamos nacionales.
En este momento el discurso de los protagonistas políticos está completamente alejado del sentir de los ciudadanos.
El país atraviesa por la peor época de inseguridad y violencia.
El genocidio que estamos presenciando lo hemos denominado ‘el Holocausto Mexicano’; cientos de miles de mexicanos ultimados; decenas de miles desaparecidos; cientos de fosas a lo largo y ancho de todo el territorio nacional; morgues que son insuficientes para acomodar a los cuerpos; madres que se hacen pruebas de ADN en espera de encontrar alguna compatibilidad con los escasos huesos o cabellos encontrados en una fosa.
Ese es el México que nos tocó presenciar. Y sin embargo el discurso de los candidatos va por otro lado, camina en otras rutas. No se detiene a atender esas profundas demandas de una sociedad llena de heridas.
El #YoMero es tal vez el más banal y simple de los tres; el ‘joven maravilla’ ya quedó rebasado con su discurso sobre ‘el PRI corrupto’. Los dos están más ocupados respondiendo golpes que atendiendo a los electores.
Por su esencia izquierdista López Obrador tiene la mayor identificación con las causas sociales, pero rara vez toca el tema de la violencia desbordada.
Por estos factores: la crisis de identidad partidista; la muerte de las ideologías; los ríos de corrupción que inundan las campañas; la ausencia de un vínculo entre candidatos y la realidad de la guerra, es por lo que sostenemos que 2018 es el peor año de la política mexicana. El periodo en que nuestra clase gobernante y partidista tocó fondo.
En otras circunstancias este escenario hubiera causado el mayor de los abstencionismos. Pero cada vez que un elector llega a la gasolinera o una ciudadana entra a un mercado encuentra una motivación para votar el primero julio, pese a que lo haga con un gesto de asco.
Redacción: Orbe, Bufete de Comunicación.
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