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Ing. Cándido Fco. Xúchitl Pérez

La razón primordial por la que mucha gente de nuestra sociedad y del pueblo en general detesta hablar y que le hablen de política, es que ya no sospecha, ahora tiene la seguridad de que todo ese ambiente apesta, hiede a engaño, marrullería, hipocresía, traición y lo peor de todo MUERTE.

Sí, así como lo lee, a esos grupos o grupúsculos de individuos siempre se les ha visto con recelo y asco, la Historia verdadera y no las comedias de TELE-RISA,  tiene y siempre ha tenido el pleno conocimiento de lo mafioso que son los grupos políticos mexicanos de todos los tiempos.

Incluso en nuestra Patria se hA adoptado como cultura paradojicamente  que, una de las formas exitosas de vida es tener un buen “hueso” en el gobierno, estructura sindical o partido político.

Es en ese contexto donde una cantidad impresionante de compatriotas, extrae y borra de su vocabulario la palabra DIGNIDAD o su similar MORALIDAD.

Actualmente las grandes masas del pueblo ya sabe la realidad, hasta en las comunidades rurales ya no se chupan el dedo.

Sólo los atrofiados mentales ignoran la existencia de las mafias de gobierno impuestas, patrocinadas y manejadas por las mafias del poder, que no son otros que los adinerados mexicanos y extranjeros, éstos últimos recargados en los 12 años de panismo galopante.

Pero, por si todavía alguno no ha entendido como funciona éste aparato tan maldecido pero tan deseado que es el manejo diabólico del poder gubernamental, pues le recomiendo que lea, hable o escuche a los que han vivido y sufrido de cerca ésta realidad mexicana.

A propósito doy la bienvenida a un gran historiador y periodista, considerado como el mejor politólogo de México en estos momentos históricos contemporáneos Luis Felipe Moreno, feliz estancia en Tehuacán.

“El niño Dios te escrituró un establo y los veneros de petróleo, el diablo” dijo nuestro visionario poeta zacatecano don Ramón López Velarde, producto de una  maldición que nos ha perseguido y no cesa de hacerlo.

México lindo y querido por qué tuviste tanta riqueza y tanto bandidaje al mismo tiempo.

Oro negro, dorado, minerales valiosos, litorales, fauna, flora y clima envidiable, todo, absolutamente todo nos fue dado, pero como dijeran los Tigres del Norte: “¿Y todo para que”?

El cuerno de la abundancia y la abundancia al cuerno dijeran los saqueadores mexicanos.

Cada seis o tres años desde que vivimos en “democracia” y desde tiempos remotos, nuestra nación sufre una despiadada andanada de despojo tipo legrado de sus gobernantes.

Ultraje, saqueo, desvalijamiento y todo tipo desgarres  propiciado por las fauces de las hienas de gobierno que no descansa por que el país aún respira y no se lo pueden acabar.

Entender éste despiadado fenómeno no es tan difícil. Basta reconocer nuestras debilidades humanas y que se conjugan en ésta historia en forma de binomio criminal: ambición e indiferencia.

Un pueblo sin memoria, sin hábito de lectura e idiotizado por la televisión principalmente, donde una vieja loca peruana los hace frotarse las manos y chuparse los dedos del chisme tan sabroso que nos hace reír de nosotros mismos.

Todo aquel que sepa envilecer a los mexicanos: bienvenido.

Ante éste panorama trágico, los hilos son fácil de mover, la mesa está puesta para los carroñeros, lo demás es cuestión de escoger a los traidores de la nación: piramidalmente empezamos con los presidentes de México quienes conformarán su mafia de angora propia en las secretarías de estado, el congreso de la unión (al servicio del ejecutivo) y ambos nombrando a los máximos jueces del País, la suprema corte de justicia.

Los gobernadores harán exactamente lo mismo en sus respectivos principados, donde, dicho sea de paso, el “trabajito es más sencillo” los paisanos se siguen inclinando con asquerosa indignidad ante el mafioso mayor, si no lo ha notado vea a Lucio Rangel poniéndose de tapete al paso del Rey arrojando al piso la grandeza de Tehuacán.

Los presidentes municipales arrancan muy “gallitos” hasta que los enviados del infierno estatal invaden su jurisdicción y empiezan las intimidaciones, “alíneate o no pasarán tus cuentas” pasándose por el arco del triunfo el artículo 115 constitucional.

Cabe mencionar que es en éste ámbito donde “el pez grande se come al chico” pues, de cada peso que se recauda en nuestra Patria, ochenta centavos se quedan en la federación, 16 centavos en las finanzas de los gobernadores y sólo cuatro centavos llegan a los municipios de México.

Tal situación convierte las administraciones en una anarquía patológica donde de acuerdo a su escalafón el más gallón és el más tragón o creé tener el derecho de mano negra.

Para las mafias del poder formadoras y diseñadoras de éstos órdenes de “gobierno” la situación ya se salió de control y para colmo los grupos del crimen que sí está organizado, les está comiendo el mandado.

Cosa nostra que nunca ha estado ajena y que,  hoy por hoy le está robando los empleados a la mafia mayor.

El jaloneo arrecia y las hienas de todos los colores se amotinan y desgarran con furia lo que queda de los activos nacionales y estatales principalmente. Los líderes charros y charras alardean y aúllan con fuerza para delimitar sus territorios, el pasado fin de semana se oyó desde Quintana Roo. ¡Dios salve a los mexicanos!


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