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La LXV Legislatura del Congreso de la Unión quedó instalada conforme lo establece la Constitución y sus ordenamientos interiores.

La continuidad renovada de la representación nacional fue revisada por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, quien en su función de Colegio Electoral dio constancia de candidatos electos a los presuntos diputados que obtuvieron la mayoría en la elección del pasado 6 de junio.

POR LA NEGATIVA

Resalta el singular trato a dos casos de peculiar ausencia que merecen comentarse, un diputado electo en prisión, Rogelio Franco Catán del PRD en Veracruz, y otro prófugo, Mauricio Toledo Gutiérrez, del PT, prófugo en el extranjero.

Ambos sujetos de un trato diferenciado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, el cuál determinó que el primero no pierde sus derechos políticos (Const. Art. 58), mientras al segundo se otorgó la constancia de mayoría al suplente. Ambas elecciones, por tanto, se consideraron válidas, pero no equivalentes. El Tribunal Electoral no puede privar de derechos políticos a ningún candidato solo al juez le corresponde dictar la sentencia privativa de esos derechos.

El “affaire Toledo” sujeto a desafuero lo priva de la inmunidad, pero no de sus derechos políticos. Tema no resuelto.

POR LA AFIRMATIVA

La LXV Legislatura de Diputados se declaró constitucionalmente instalada, luego que el Decano diputado, Augusto Gómez Villanueva, rindió su propia protesta para después proceder tomarla a la totalidad de sus pares excepto el caso especial de Rogelio Franco Catán, quien está sujeto a prisión por supuesta injusticia, así se procedió por escrito.

El protocolo de instalación no es simple formulismo, sino revaloración de la grandeza que reviste el Poder originario de la nación, desde las distintas vertientes que lo vivificaron hasta moldear su pensamiento constitucional liberal y democrático.

El Decano diputado más allá de su avanzada edad es una experiencia de inquietud y logros en la forma de vida política de México.

Augusto Gómez Villanueva dispone de una larga experiencia política y legislativa, desde la XLVI Legislatura a la actual se abre un arco de más de medio siglo, con alrededor de cinco legislaturas. Su presencia revela el mismo tránsito de la accidentada vida política de México, desde Díaz Ordaz hasta López Obrador, con militancia de solo un Partido, como hombre de lealtad, aunque a su vez ha sido también hombre del Congreso como hombre del presidente, sin duda un hombre honesto, cuya capacidad de acomodo y entendimiento político le ha permitido navegar de un siglo a otro.

El discurso del Decano a sus colegas diputados es relevante por sí mismo, en esta ocasión refleja las luces de la historia para vincular a los diputados de la nueva legislatura porque sus voces serán historia sin olvidar el compromiso de Benito Juárez, “la historia nos juzgará”.

El cumplimiento del deber con la patria permitirá ver de frente el Muro de Honor donde están los nombres de quienes nos heredaron la responsabilidad de servir al país.

Su mensaje abordó el debate para advertir que por encima de las pasiones encendidas es obligada la reflexión para cumplir la función histórica de proteger la libertad y evitar “convertir en cenizas la democracia”.

PARA ALUSIONES

El diputado Decano tuvo el acierto de invocar la encarnación de la historia en la representación nacional, es nuestro pueblo en confluencia desde el pasado al futuro.

Así como resaltar la importancia del debate, porque la función primordial del Parlamento es la de establecerse como centro de la discusión de los grandes problemas nacionales. Una tarea difícil donde el Ejecutivo en la práctica centraliza la agenda nacional, en contrapartida, la oposición extramuros del Congreso se lanza a obstaculizar las tareas públicas.

DICTAMEN

Es difícil que la LXIV Legislatura consolide el debate nacional por la forma de ejercicio de gobierno, pero cabría imaginar en la capacidad parlamentaria de los miembros que integran la Legislatura.


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