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Entrevista con la Doctora Margarita Martínez del Sobral y Campa
Quinta parte

Dr. Miguel Romero Sánchez y Dra. Margarita Martínez del Sobral

Doctora ¿Nos puede narrar alguna anécdota de los años que dirigió la restauración de estos templos?

Pues mire, de lo que recuerdo muy bien fue lo que yo considero un milagro que me hizo San Francisco cuando estaba haciendo la restauración de la capilla de la tercera orden del convento.

Se estaba trabajando allí con cal viva, cal apagada en obra, pero no era cal libre de bulto, sino era cal realmente hecha en obra.

Y al estar viendo hacia arriba como eran los trabajos me cayó una piedra que yo no sabía que cosa era y me inflamó un ojo tremendamente.

Tuve que ir a Cuesta Blanca en la tarde que estaba precisamente haciendo una restauración también allí y al regresar era viernes y yo ya tenía el ojo como jitomate, muy, muy mal.

Y fui a ver al doctor Sabino García Osio, que era el único especialista, el único oculista que había en Tehuacán en ese momento.

Pero estaba llenísimo el consultorio y la señorita me dijo: 

– “Va a ser muy difícil que la pueda recibir el doctor porque es viernes y él tiene que estar en Puebla a la 8 de la noche y vea cuánta gente tiene” y le dije 

– “pues mire señorita es que yo ya no aguanto”, 

– “le voy a tomar sus datos y a ver si la pasa”, 

– “bueno, muy bien”, 

– “¿Cuál es su nombre?”, le dije 

– “Margarita Romero”, no sé porque se me ocurrió decir Margarita Romero y no mi nombre de soltera, y me dice 

– “Ah, pues usted ya tiene una cita hecha” 

– “No señorita. No es posible que tenga una cita hecha” 

– “No, sí, ¿no es usted la señora que le cayó una piedra en el ojo?” 

– “Sí, soy yo” 

– “Ah y mire en este momento precisamente está saliendo el paciente, le toca a usted”.

Y en ese momento también entra una señora más o menos de la edad que tengo ahora, vestida toda de negro y dice: 

– “Señorita son las 4 de la tarde y tengo cita con el doctor, soy la señora Romero”.

Todavía me paro y le digo a la secretaria 

– “¿Señorita ¿qué cosa hago?”, 

– “No usted métase”, me meto, me examina el doctor Sabino García Osio y me dice:

 – “Le tengo que sacar en este momento estas piedras, tiene usted dos piedras en el ojo de cal, la cal viva con la lágrima está reaccionando y para el lunes el ojo se le hubiera vaciado de líquido y se hubiera usted quedado tuerta”. 

¿No fue una verdadera obra de San Francisco aquella?

Bueno me quedé pasmada verdaderamente ¿fue una coincidencia o qué?, ¿hizo que le cayera a otra señora otra piedra en el ojo, para que me pudieran atender de inmediato?

Fue realmente para mí algo muy extraño y que no puedo olvidar en realidad.

Fue verdaderamente extraordinario. 

Fíjese que en Tehuacán nos conocemos todas las personas, yo nunca había visto a esa señora Romero. 

¿Quién fue?, pues mi ángel de la guarda seguramente, extraordinario, sí.

En verdad extraordinario, Doctora vamos a otro tema, sabemos que en algún momento usted participó en la administración pública municipal, ¿Cómo fue ese periodo?

Pues mire un domingo estaba yo en mi casa y me hablan por teléfono de Puebla de la Secretaría de Gobernación, diciendo que se estaba haciendo la planilla para el arquitecto Arturo Barbosa Prieto y que si quería yo participar en Obras Públicas que entonces también era Desarrollo Urbano.

Me quedé verdaderamente muy impresionada, porque yo nunca había andado en política, ni en ninguna de esas cosas y le dije bueno pues déjeme pensarlo, me dijeron: 

“No, no lo puede pensar porque el licenciado Bartlett que está revisando la planilla y él también está en campaña, necesita saber si la pone o no la pone” 

Y me quedé pensando, bueno si me dan esta oportunidad de servir en lo que me gusta y no lo hago y después con qué cara voy a estar criticando que están mal las cosas, si cuando tiene uno la oportunidad de hacerlas no las hace. 

Entonces dije – “Bueno, sí voy”.

Nunca había andado en política, ni era de planillas, ni de partidos, ni de nada y ya me tiene usted adentro con el arquitecto Barbosa, en los dos puestos tanto de Obras Públicas como Desarrollo Urbano.

Fue un periodo para mí de muchísimo trabajo, fue un trabajo sumamente intenso, pero del cual tengo los más agradables recuerdos por los logros que tuvimos.

El arquitecto Barbosa había conseguido recursos para Tehuacán a través de un programa especial que se llamaba “Cien ciudades” que era para el desarrollo de ciudades de población media, de no mucha población.

Precisamente como Tehuacán para que no se siguiera sobresaturando de población las ciudades ya grandes como era Puebla o México y demás.

Era un programa específico que hizo el gobierno, entonces se consiguió ese dinero y de inmediato nos pusimos a trabajar, en la restauración del Convento del Carmen que estaba también en una ruina tremenda y remover de allí el cuartel que se pasó para otro lado.

Eso lo hizo el arquitecto Barbosa todos los trámites y demás. 

A mí me tocó hacer pues todo el proyecto de restauración de lo que había sido la terminal de ferrocarriles y del convento mismo y quitar todas las barracas del ejército que era una cosa horrible y convertirlas en un parque que es el Parque Ecológico.

Eso para mí ha sido, yo creo que lo que más satisfacción me ha dado, porque fue una obra realmente muy importante me parece para la ciudad de Tehuacán.

Doctora, esa es la siguiente pregunta ¿en toda su carrera profesional hasta el momento cuál ha sido su mayor satisfacción?

Pues yo creo que esa precisamente, el haber podido participar en el gobierno de Tehuacán y haber logrado dos cosas importantes, primero como le digo la recuperación del Convento de Carmen y de la zona que era del ejército y que se transformó en un parque público y eso me dio muchísima, muchísima satisfacción.

Realmente una de las más grandes que he tenido.

Bueno también la restauración de San Francisco porque había yo luchado muchísimo porque se hiciera y finalmente pues también, también lo logré.

Esas dos cosas para mí han sido pues como quien dice lo mejor que me ha sucedido en la vida en cuanto a mí carrera.

Tuve la oportunidad que no todos lo tienen.

CONTINUARÁ.


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