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En Portada / sab 23 jul 22 / Grupos delictivos pelean el control de la plaza que representa Tehuacán

En unas cuantas horas acabaron con la existencia de dos cabecillas delincuenciales de San Diego Chalma.

Tal parece que la “narcomanta” va en serio
Hace unas semanas, concretamente la madrugada del martes 17 de mayo sujetos desconocidos colocaron una narcomanta en la que advirtieron con una “limpia” en Tehuacán.

La lona fue colocada en el puente peatonal de Avenida Las Américas cruce con Las Palmas.
Frente a la UNID.
Desde entonces han ocurrido una serie de asesinatos que tienen todo el sello del crimen organizado.

En días recientes dos cabecillas de grupos delictivos fueron asesinados.

La tarde del jueves 7 de julio Francisco Javier Hernández Ramírez, uno de los miembros del grupo delictivo conocido como “la banda del Japo” -y cuyos miembros radican en la junta auxiliar de San Diego Chalma-, fue ejecutado.

El hombre joven fue “levantado” por un grupo de sujetos armados que lo subieron a la cajuela de un automóvil modelo Aveo, color oscuro.

A la altura de la presidencia auxiliar la cajuela se abrió, el hombre saltó y trató de huir pero de inmediato tres sujetos armados lo acribillaron a la entrada de una pequeña tienda.

Al día siguiente, el viernes 8 de julio los familiares de Carlos Alberto Carrera conocido como “El Japo”, el jefe de la banda, comenzaron a buscarlo porque nada sabían de él.

Preguntaron en las corporaciones policiacas si estaba detenido, pero les dijeron que no.

La mañana del domingo 10 de julio deportistas que circulaban sobre la meseta de San Lorenzo vieron que un cuerpo estaba a las orillas de un camino de terracería y lo reportaron a las corporaciones de emergencia.

Se trataba de “El Japo” que fue ejecutado de tres balazos en la cabeza.

Ese jefe delictivo estuvo desaparecido durante tres días.
Desde el jueves 7 de julio hasta la mañana del domingo 10.

¿Por qué lo tuvieron retenido durante ese tiempo?

Si la intención era liquidarlo
¿por qué no lo ultimaron de inmediato?

Los conocedores del submundo criminal aseguran que en esos casos los plagiarios “interrogan” durante días a sus adversarios.

Durante días los someten a torturas para obtener información de otros grupos delictivos y de los
movimientos de toda la ciudad.

Por eso no lo abatieron de inmediato, porque durante tres días lo estuvieron interrogando.

Estamos en presencia de una pelea por el control de plaza.

El gran negocio sigue siendo la venta de estupefacientes, drogas como “el cristal” que están circulando de manera salvaje en escuelas y maquiladoras de la ciudad.

Algunas personas pueden decir: “Que bueno, se están matando entre delincuentes”.

Lo que no entienden es que si entra otro grupo delictivo más poderoso no será para repartir flores entre los ciudadanos.
Entonces veremos otras acciones aún más cruentas.

Esta es la realidad de Tehuacán al día de hoy.

Redacción: Orbe, Bufete de Comunicación
findesemana99@gmail.com


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