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En Portada / Arbitrarias imposiciones de Lalo Rivera hunden al panismo tehuacanero en su peor crisis

Tehuacán, Puebla, sábado 24 de febrero de 2024 / Lo que está sucediendo jamás se había visto.

En sus primeras décadas de actividad el PAN postulaba a hombres de bien que llegaban a candidaturas mediante el consenso, el diálogo interno y la aprobación de sus militantes.

El ejemplo histórico fue Don Virgilio Flores Aréchiga.

En décadas recientes se realizaban asambleas donde los miembros activos del blanquiazul elegían a sus candidatos de manera directa.

Las asambleas panistas eran verdaderas fiestas de democracia interna.

Pero todo eso se acabó con la llegada del morenovallismo.

Ahí se dieron las primeras imposiciones.
En el sexenio de Moreno Valle impusieron a varias figuras.

Felipe Mojarro, René Lezama Aradillas y René López Cárdenas llegaron por el dedo autoritario de Rafael.

Todas esas imposiciones fracasaron.
Todos sus inventos electorales terminaron en derrotas.

Moreno Valle no era panista; era un priista pintado de azul.

Jamás pudo asimilar, ni aceptar la añeja tradición de procesos internos democráticos del PAN.

Portada impresa; sábado 24 de febrero de 2024

En alguna ocasión Gustavo Madero declaró: “los procesos internos son el resorte que impulsa a nuestros candidatos”.

Pero en Puebla jamás lo entendieron.

Fue en esos años del morenovallismo cuando el blanquiazul se comenzó a hundir.

Pero ahora con Eduardo Rivera Pérez como líder moral, como jefe político del PAN la situación es peor, mucho peor.

A Lalo Rivera se le ocurrió imponer al ex locutor René López Cárdenas como abanderado a la presidencia municipal de Tehuacán

Decimos ex locutor porque ya no está en funciones.
Todos los trabajadores de Stereo Luz F.M lo buscan para que pague adeudos, salarios y prestaciones que les debe.

Por eso ni siquiera se para en la estación de radio.

Por otro lado se debe recordar que René López Cárdenas ya perdió dos elecciones constitucionales.

En 2018 fue candidato del PAN a la presidencia municipal y perdió.
En 2021 fue el abanderado del partido Pacto Social de Integración (PSI) a la alcaldía y acumuló su segunda derrota.

Ahora iba por la tercera -porque no tenía posibilidad alguna-, pero una ola de indignación lo bajó.

En el momento de la imposición las bases azules reventaron, tronaron contra el grotesco dedazo

Ni una sola voz -ni una-, salió en defensa de René.

El repudio en su contra fue generalizado.

Incluso otros cartuchos quemados del panismo se hicieron a un lado.

Francisco “El Pollo” Díaz Fernández estaba propuesto como candidato a diputado local y de inmediato declinó; se retiró del juego electoral.

Eliseo Lezama Prieto -el cachorro del mojarrismo-, también estaba anotado para contender por la diputación federal, pero de igual forma se retiró y dejó la posición botada.
Todo esto sucedió por la imposición de René López Cárdenas.

Por primera vez en la historia del blanquiazul tehuacanero los militantes abandonaron las candidaturas y le dieron la espalda a su instituto.

Repetimos esto es algo nunca antes visto.

Ante el hecho de que el PAN se quedó sin candidatos, Eduardo Rivera Pérez tuvo que recular; se echó para atrás.

Llamó a René, le quitó el nombramiento de abanderado a presidente y lo hizo candidato a diputado federal.
En los hechos va a contender contra la abogada Rosario Orozco Caballero, viuda del finado gobernador Miguel Barbosa.

Pero esto es un reflejo de la verdadera personalidad de Eduardo Rivera Pérez.
Queda claro que es
más arbitrario que Moreno Valle.

Todo indica que Lalo va a una derrota estrepitosa.
Sobre todo porque en varios municipios sus decisiones están causando profundas fracturas.

El problema es que los actuales dirigentes del PAN son simples mercaderes de la política.

Figuritas frívolas y banales; piensan que la función pública se hace en reuniones propias de revistas de sociales.

Ya vimos lo que hicieron en Tehuacán y en otros municipios está sucediendo lo mismo.

Redacción: Orbe, Bufete de Comunicación.
findesemanadigital@gmail.com


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