Cúpula / Televisión, reflejo cultural del país
Columna publicada el martes 14 de octubre de 2025.
Durante décadas el rol de las cadenas televisoras ha sido motivo de polémica.
Principalmente Televisa y recientemente TV Azteca son arena de controversias.
Desde los noticieros, las telenovelas, hasta los programas de entretenimiento, el contenido de Televisa ha sido blanco de todo tipo de calificativos.
Sin embargo, la realidad es que sus producciones ya son parte de la cultura nacional e imagen que el mundo tiene de nuestro país.
Hace unos días el programa ‘Saturday Night Live’ que se transmite desde Nueva York presentó una recreación de ‘El Chavo del 8’.
Más allá de las polémicas naturales, la emisión fue un reconocimiento a la serie de Roberto Gómez Bolaños.
‘El Chavo del 8’, junto con los mariachis y la celebración del 5 de Mayo son símbolos de México en la Unión Americana.
Por su parte las telenovelas fueron producto de exportación y se tradujeron a decenas de idiomas.
Aunque cuestionados los noticieros de Televisa fueron el único medio informativo para los grandes conglomerados sociales.
Los diarios Excélsior y El Universal eran lectura obligada para las clases medias y las nacientes generaciones de profesionistas, pero las masas se informaban en la televisión.
Por encima de todo, los programas de entretenimiento fueron parte medular en la creación de una nueva identidad nacional.
El mítico ‘Siempre en Domingo’ conducido por Raúl Velasco -un comunicador evidentemente impreparado y con escasas nociones de cultura-, era el emisario idóneo para llevar la atmósfera del espectáculo a los hogares mexicanos.
En otros años Verónica Castro con sus programas ‘Mala Noche No!’, ‘Y Vero América Va’ o ‘La Movida’, fueron el eje promotor de la farándula.
Cada emisión con el sello de la desenvuelta conductora que tenía la simpatía de los televidentes mexicanos.
Ya en otro nivel el programa ‘En Vivo’ de Ricardo Rocha iniciaba a las 11 de la noche y terminaba al amanecer, presentando a figuras del espectáculo, el arte, la cultura y el entretenimiento.
Un contenido único que nadie ha podido superar.
Esa combinación de noticieros, telenovelas y programas de entretenimiento fue producto de una de las mentes empresariales más audaces y experimentadas de México, Emilio Azcárraga Milmo, El Tigre.
En años recientes es patente la ausencia de aquel visionario.
Las telenovelas dejaron de ser referentes mundiales.
Hoy no tienen escritores, ni guionistas que sepan cautivar a las audiencias masivas.
Las producciones siguen con el viejo cliché de los atormentados romances entre diferentes clases sociales.
En el rubro de los noticieros en meses recientes hemos visto un repunte periodístico a través de las investigaciones de N+ Focus y de manera particular el trabajo de Fátima Monterrosa junto con un grupo de informadores que están marcando la pauta en la agenda nacional.
Hoy el gran vacío de Televisa está precisamente en el renglón del entretenimiento.
Prácticamente ya desaparecieron los programas musicales.
No hay otra Verónica Castro o un Raúl Velasco que con su limitada idiosincrasia era referente para millones de televidentes.
Ahora por las noches presentan una barra negra, programas policiacos que abordan asesinatos, accidentes; una versión de los diarios de nota roja.
Es claro que la televisión es un reflejo de la cultura nacional, como también es evidente que el público exige mejores programas, pero hasta el momento las televisoras mexicanas no lo comprenden.
Por eso las audiencias están migrando a las plataformas de streaming.
cupula99@yahoo.com
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