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Cúpula / Mescolanza electoral decepciona a los ciudadanos.

lunes 8 de abril de 2024 / Primer acto.- Aparece Enrique Doger Guerrero quien es considerado uno de los activos de la academia y el priismo poblano.

Los profesionistas mayores a 30 años de edad lo recuerdan como el atingente rector que supo conducir la Benemérita institución y llevarla a una decorosa posición en la tabla nacional de universidades.

Por otra parte los habitantes de Puebla lo recuerdan como un presidente municipal equilibrado y mesurado.

Sin embargo en el círculo rojo Doger es visto como un ave de tempestades, protagonista en decenas de encendidas polémicas y confrontaciones al por mayor.

Por momentos parece que Enrique está más cerca del cuadrilátero de los rudos que de los cuartos de estrategia política.

En horas recientes apareció como parte de la vocería de Morena para tundir a la ya menguada administración de Eduardo Rivera Pérez.

Segundo acto.- En la esquina de enfrente Jesús Giles Carmona encabezó un acto para embestir a Mario Riestra Piña a quien acusó de traicionar los postulados morenovallistas.

Todas esas declaraciones y maniobras se deben leer como reacomodos en el círculo rojo.

Compras y adquisición de lealtades que solo sirven a las cúpulas en disputa.

Por supuesto el viejo PRI, aquel de Mario Marín y Enrique Doger ya se extinguió.

La presencia del ex rector debe verse como una afinidad personal, pero en nada modifica la percepción de los grandes grupos sociales.

Y lo mismo se puede decir del acto de Giles.

En tiempos del morenovallismo fue de los peones pequeños, un dedo chiquito, pero nunca tuvo la estatura de Cabalán Macari, Tony Gali o Mario Rincón.

Las expresiones que se hicieron la mañana del domingo 7 de abril solo son para consumo de la “comentocracia”; para notas y columnas como esta.

Sin embargo en nada van a incidir en los grandes sectores del electorado.

Ahí, en el círculo verde; en los grandes grupos sociales lo que tiene un efecto apabullante es el hallazgo de un vehículo con cuerpos y cabezas humanas; lo que si causa un impacto emocional es la ejecución de una joven “influencer”.

Ese tipo de sucesos que reflejan un recrudecimiento en la violencia si modifican la percepción social y tendrán un peso determinante en la jornada electoral.

Lo demás es parte del folklor interno.

Ni Doger le va sumar 5 mil votos a Morena, ni Giles le va restar 2 mil sufragios a Riestra.

Todo es parte de un espectáculo mediático; notas para portales.

Pero de ahí a que puedan impactar en los ánimos electorales hay mucha diferencia.

Quienes son panistas seguirán votando por el círculo azul, mientras que los nuevos lopezobradoristas irán por el logotipo guinda.

Esta es una elección presidencial y las contiendas locales solo son un espejo, el reflejo de la pasión nacional.

Doger y Giles deben verse como actores secundarios que son invitados a un capítulo de la serie y nada más.

Empero debe anotarse un aspecto medular.

Lo que si causa nausea social es toda la mescolanza y el revoltijo electoral.

Panistas y priistas que por décadas fueron antagonistas ahora hacen campaña tomados de la mano.

Marinistas y morenovallistas -que durante años se expresaron el más profundo de los odios-, ahora caminan juntos, se ponen la camiseta de Morena y juran “lealtad eterna” a López Obrador.

Esta promiscuidad política solo genera desconfianza, recelo y escarnio en los electores.

Ante todo queda claro que la política sin convicciones habrá de generar titulares de dependencias y presidentes municipales que serán huérfanos de ideología y principios.

Serán hijos del pragmatismo y el oportunismo.

Agentes que solo van por el presupuesto, pero que jamás conocerán la congruencia.

Abrieron la puerta a la generación de la codicia y en breve plazo lo comprobaremos.

Al tiempo.

cupula99@yahoo.com


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