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Cúpula / La Corte del juez Cogan es insuficiente

Columna publicada el miércoles 13 de agosto de 2025 en el portal Periódico Central.

La dimensión de la tragedia mexicana aún no ha sido debidamente asimilada. La realidad muestra que el Estado y el aparato judicial son incapaces de procesar a los monstruos que genera el país.

Por esa razón Joaquín Guzmán Loera, Genaro García Luna o Ismael Zambada son juzgados en cortes estadounidenses, porque se considera que los tribunales mexicanos son incompetentes para los efectos necesarios.

Esa es la visión que el mundo tiene de la justicia mexicana; un órgano incapaz de garantizar la estabilidad nacional.

Y todavía falta ver la perspectiva que habrán de generar los ministros, magistrados y jueces electos por medio de un acordeón.

La catástrofe humanitaria que azota a México desde hace tres sexenios -la ola de homicidios y desapariciones que rebasan a países en guerras formales-, amerita un procedimiento que hasta el momento no se ha aplicado.

Llevar ante la justicia a los capos, pero sobre todo a los políticos que se coludieron en un frente híbrido criminal requiere de medidas que son inéditas.

Hasta el momento la principal instancia para juzgar a los narcos mexicanos es la Corte Federal del juez Brian Cogan en Brooklyn, Nueva York. Empero las evidencias muestran que esa medida es insuficiente y ya quedó rebasada por el calado del desastre nacional.

Al día de hoy permanece en pausa la resolución que el Comité contra la Desaparición Forzada de Naciones Unidas (CED) emitirá sobre la situación en México.

El gobierno federal ha mostrado su profunda preocupación por lo que pueda determinar el órgano internacional.

Pero aún en caso de que exhiba a nivel mundial la descarada colusión entre políticos mexicanos y criminales, por sí solo el dictamen de Naciones Unidas no será suficiente.

El grado de descomposición y la forma en que gobiernos federal y estatales permitieron durante casi dos décadas la completa impunidad para perpetrar masacres y desapariciones masivas amerita que los casos más representativos sean llevados ante la Corte Penal Internacional de La Haya.

Existen evidencias suficientes para confirmar la participación política en acciones criminales.

El caso de Guerrero bajo la tutela de los Salgado, Morelos con Graco Ramírez o Veracruz con la dupla Fidel Herrera y Javier Duarte; la masacre de Allende en la que desaparecieron 300 personas o el multihomicidio de Camargo, así como la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa son la evidencia mayúscula de un Estado cómplice.

Ante la dimensión de esta catástrofe la Corte del juez Cogan también debe considerarse incompetente e insuficiente.

El nivel de la tragedia nacional solo puede ser juzgado en la Corte Penal Internacional.

Además, esa acción le daría al holocausto mexicano la trascendencia, la magnitud que se necesita para colocar los hechos en su debida dimensión histórica.

No se trata de una era de capos empoderados, sino de un Estado que se alió con el crimen organizado dejando a la población civil en manos de una violencia inenarrable.

Hoy en Washignton se considera a los cárteles como organizaciones terroristas. En ese contexto algunos capos terminarán sus días en prisiones de máxima seguridad o en Guantánamo.

Pero solo el juicio de la Corte Penal Internacional de La Haya podrá demostrar ante la historia lo que sucedió durante los tres últimos sexenios.

Como siempre quedo a sus órdenes.

X @CupulaPuebla

cupula99@yahoo.com


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