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Cúpula / García Harfuch y el modelo Bukele.

Columna publicada el martes 27 de mayo de 2025.

Primer eje, la estrategia de Washington.

La determinación de Estados Unidos va más allá de las iniciativas de Trump.

En las últimas elecciones presidenciales hemos visto ásperas diferencias, sin embargo un solo punto une a republicanos y demócratas: desarticular a los cárteles mexicanos.

El ‘stablishment’ norteamericano reclama frenar el poderío de los grupos criminales.

De ahí surge la propuesta de considerarlos organizaciones terroristas para procesarlos sin juicio formal.

Por encima de los tribunales ahora pueden ser detenidos en cualquier punto del orbe y trasladados a una celda en Guantánamo, al lado de miembros de Al Qaeda.

En la embestida de Washington contra los cárteles nada se podrá interponer.

Como ya lo adelantó el 10 de mayo la agencia Pro Publica, varios políticos mexicanos serán señalados como parte del tramado criminal.

Segundo eje, García Harfuch, la bisagra entre Palacio Nacional y Washington.

En este escenario el gobierno estadounidense requiere de aliados locales, operadores confiables para embestir al narcotráfico.

Y precisamente en ese punto se encuentra Omar García Harfuch.

Se trata del hombre que goza de la irrestricta confianza de la presidenta Claudia Sheinbaum, aún por encima de la renuencia de algunos sectores del Ejército Mexicano.

Es evidente que el Secretario de Seguridad busca acotar la influencia militar y hacer valer el predominio de un mando civil.

Las diferencias con el titular de la Defensa Ricardo Trevilla Trejo así lo reflejan.

Pese a las resistencias, el proyecto de Sheinbaum en materia de seguridad tiene nombre y apellido.

Se trata del mismo a quien envía a tratar con la cúpula de Washington, con la Secretaria de Seguridad Nacional Kristi Lynn Arnold Noem y los directores de las agencias.

En estos meses García Harfuch se ha convertido en el aliado imprescindible de la presidenta, pero también en el colaborador insustituible para la estrategia de Estados Unidos y su embajador Ronald Johnson.

Tercer eje, Johnson el creador del modelo Bukele.

El presidente de la república de El Salvador Nayib Armando Bukele Ortez es producto de un modelo diseñado y operado por Ronald Douglas Johnson.

Fue el ex boina verde y agente de la CIA quien trazó la ruta para desarticular a las pandillas criminales y enviarlas a una prisión de máxima seguridad.

El Salvador era el país más violento de América Latina, hoy es el segundo más seguro después de Canadá.

Tiene los índices delictivos más bajos del continente.

Esto es producto de una estrategia dirigida por Johnson, el verdadero padre político de Bukele.

La intención de enviarlo a México es aplicar el mismo modelo.

Por supuesto las dimensiones de la catástrofe no se comparan.

El Salvador tiene poco más de 6 millones de habitantes con dos pandillas dominantes.

En México tenemos una veintena de cárteles operando en 32 entidades del país, protegidos por políticos y financieros de todos los niveles.

Conforme pasen los meses veremos cómo paulatinamente se establece un modelo policiaco – militar muy semejante al de El Salvador.

Empero una estrategia para limpiar el desastre mexicano va más allá de un sexenio.

Simplemente es imposible serenar en unos años Sinaloa, Jalisco, Guanajuato, Tamaulipas, Michoacán, Zacatecas y tantos estados sumergidos en una vorágine de violencia.

Si desde este momento Washington puede influir en un modelo transexenal con toda certeza lo hará.

Al tiempo.

cupula99@yahoo.com


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