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Cúpula / Ascensos y caídas rumbo a 2024.

Puebla, Puebla, martes 3 de octubre de 2023 / No solo fue un espectáculo más de parafernalia política.

El consejo estatal de Morena le dio al proceso interno el aval moral, la legitimidad que debe tener todo abanderado.

En el PAN son tradicionales los procesos internos exclusivos para los miembros activos.

Ahora Morena hizo una consulta equivalente con sus consejeros estatales.

Sin ese aval cualquier abanderado carece de legitimidad.

Mención especial merece la pulcritud, la armonía en que se desarrolló la votación interna.

Todo en un marco de institucionalidad; sin gritos, ni sombrerazos.

Los cuatro suspirantes ungidos Lizeth Sánchez, Olivia Salomón Vibaldo, Ignacio Mier Velazco y Julio Huerta mostraron madurez durante toda la jornada.

En otro renglón la caída de Alejandro Armenta fue dramática, solo comparable a la de su mentor Ricardo Monreal.

Durante meses se difundieron encuestas que lo mostraban imbatible, imparable, sin embargo en el consejo estatal solo obtuvo 6 votos.

Al día siguiente visiblemente contrariado salió a declarar que ya habló con Mario Delgado y que estará en la encuesta.

En los hechos reales la candidatura fue un sueño que se le deshizo en las manos.

En Cúpula siempre subrayamos que Alejandro no tiene la confianza del presidente López Obrador, ni de Claudia Sheinbaum.

Lo ven como ahijado de Monreal; lo tratan de dientes para fuera.

Desde este momento podemos adelantar que la encuesta no le será favorable.

La dirigencia de Morena considera que Armenta puede perder el control y repetir un episodio como el de Ricardo Mejía Berdeja en Coahuila.

Aquella entrevista que el senador concedió a Jorge Rodríguez para ‘El Sol de Puebla’ llegó hasta Palacio Nacional.

Ahí Alejandro advertía con una “movilización social”.

Fue el amago de un cisma, una fractura.

La bravata disminuyó aún más sus escasos bonos en el despacho presidencial.

Hoy queda claro que los momios no le favorecen y en la encuesta ni por equivocación le van a dar más aire del necesario.

En la burbuja nacional no se van a arriesgar a que surja otro caso Coahuila.

Por su parte el triunfo que obtuvieron Lizeth Sánchez y Olivia Salomón representa un severo descalabro para Claudia Rivera Vivanco quien aseguraba tener una fuerte ascendencia al interior del partido.

Se debe subrayar un factor que une a Claudia Rivera y Alejandro Armenta.

Y es que ambos hicieron de la confrontación, el choque y la diatriba su rasgo medular.

Durante la mayor parte de su trienio Rivera Vivanco se empecinó en desatar una campaña contra el gobernador Barbosa.

A estas alturas se debe preguntar qué ganó o qué perdió con esos videos llenos de encono que difundió durante su periodo.

La señora y sus asesores piensan que la política es sinónimo de enfrentar y embestir al adversario.

Y en ese sentido Armenta actúa con la misma beligerancia.

Sin duda alguna Alejandro tiene un posicionamiento considerable en todo el estado. Sus años de servicio al marinismo y peñismo se ven reflejados en el índice de conocimiento.

No obstante en los meses recientes lo vimos caer en una línea diagonal.

Sus discrepancias con los grupos feministas y con la comunidad LGBT; los escándalos del Audi R8 y de Edgar Chumacero; los abiertos choques con periodistas críticos se tradujeron en puntos negativos y una pesada carga.

Hoy en su íntima intimidad (Melquiades Morales Dixit) Armenta debe reconsiderar su forma de conducirse.

La confrontación no es el camino.

Dice una vieja máxima que “la política es como el golf, gana quien da menos palos”.

cupula99@yahoo.com


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Alejandro ArmentaClaudia Rivera VivancoMario DelgadoProceso interno Morena