Select Page

Cúpula / Amozoc y otros epicentros delictivos

Columna publicada el martes 9 de septiembre de 2025.

En horas recientes la Fiscalía General del Estado confirmó que 9 de los 11 desaparecidos en Amozoc ya están en sus hogares; aludió que fueron plagiados con el propósito de reclutarlos.

Ante el operativo monstruo de autoridades estatales y federales, las víctimas fueron liberadas.

El tema de un plagio masivo merece un amplio repaso.

Como primer punto se debe subrayar que ese tipo de desapariciones es un método propio de cárteles del crimen organizado.

Bajo falsos ofrecimientos de empleo reclutan a hombres, principalmente jóvenes, que son obligados a sumarse como sicarios.

Esto sucede de manera rutinaria en terminales camioneras de Guadalajara, Jalisco, adonde llegan varones que son citados con el pretexto de un empleo y ahí desaparecen.

La fiscalía poblana supo leer la gravedad de una desaparición masiva y por ende lanzó el mayor operativo que haya visto aquel municipio.

Desde hace décadas Amozoc es considerado un punto rojo.

En el lugar confluyen grupos delictivos que se mueven sobre la autopista Puebla – Orizaba, pero también células que se desplazan desde Perote, Veracruz, hacia la entidad poblana.

Debe entenderse que la Zona Metropolitana de Puebla (ZMP) es un jugoso botín para grupos delictivos.

Para el narcomenudeo es una plaza con miles de jóvenes que son potenciales consumidores; para los ladrones de vehículos y autopartes es un paraíso con cientos de calles, estacionamientos y plazas comerciales sin vigilancia; para los lenones es una tierra de clientes con alto poder adquisitivo.

Por donde quiera que se vea Puebla es un apetecible bocado para el hampa y Amozoc es una de las entradas, una puerta abierta de par en par.

Hace años la población se conocía por sus “armeros”, verdaderos expertos en la mecánica y estética de las armas de fuego.

Lo mismo podían arreglar un revólver, una escuadra o una escopeta y decorarla con un pavonado, el recubrimiento sobre un arma, realizado con el talento de un artesano.

Durante los últimos 15 años se convirtió en un punto de distribución de huachicol.

Desde ahí salían los camiones cargados con contenedores hacia el estado de Veracruz.

En fechas recientes Amozoc quedó en manos de la delincuencia durante las gestiones municipales de Mario de la Rosa y Severiano de la Rosa Romero.

Los mismos pobladores señalaron la protección que desde la alcaldía se dio a grupo criminales empoderados en la región.

Hoy estamos ante las consecuencias.

Pero no solo Amozoc es uno de los epicentros delictivos de Puebla.

Existen otros puntos; la mayoría asentados sobre la autopista.

Otra puerta de entrada a la Zona Metropolitana de Puebla (ZMP) es San Martín Texmelucan y su enorme tianguis que es una codiciada plaza para “La Unión Tepito”.

No se puede omitir Palmar Bravo y Palmarito Tochapan, tierra de los barones del huachicol, quienes por cierto desde que inició el periodo armentista se han mostrado muy cautos.

Tal parece que ya recibieron un mensaje contundente.

Una zona que se encendió en meses recientes también se encuentra sobre la autopista Puebla – Orizaba, nos referimos al municipio de Esperanza donde operan los grupos delictivos de Ciudad Serdán, Cañada Morelos, Cuesta Blanca y San Antonio Soledad.

En una nota de El Sol de Puebla se señaló que ni siquiera la Guardia Nacional se atreve a entrar en la región de Esperanza.

En el caso de Amozoc el gobierno de Puebla demostró firmeza para replegar a un grupo criminal.

Ese es el camino que debe seguir.

cupula99@yahoo.com


TAGS