Columna Cúpula / La prostitución no se puede legalizar y tampoco criminalizar; se debe controlar para proteger.
En días recientes el alcalde Eduardo Rivera Pérez declaró que su Ayuntamiento “no busca legalizar la prostitución”. Evidentemente tanto avalar como criminalizar el sexo servicio no son funciones de un gobierno municipal.
Lo que si puede hacer es un ejercicio de coordinación municipal y estatal para controlar y proteger la prostitución.
El cine mexicano nos obsequió un concepto contundente en el título de la cinta “La vida difícil de una mujer fácil” (1979) dirigida por Fernández Unsaín y protagonizada por Sasha Montenegro.
La prostitución ha existido desde siempre, por algo le llaman “el oficio más antiguo del mundo” y cada civilización le ha dado un lugar especial.
Es una realidad que va desde las grandes megalópolis hasta pequeñas poblaciones.
En el México actual y máxime en estados vecinos como Tlaxcala, la prostitución está expuesta a vejaciones inenarrables. La trata de personas, las condiciones de esclavitud y explotación sexual son acciones cotidianas en el vecino estado.
Hay datos sobre mujeres que son “levantadas” en estados del centro del país y terminan en Nueva York.
Aunque en los primeros meses de la pandemia se documentó el desplazamiento contrario; muchas féminas que estaban en la Unión Americana fueron devueltas a México donde continuaron como rehenes de los lenones.
Las mujeres explotadas se exponían diariamente al Covid-19 o al VIH.
Empero jamás tuvimos información sobre la detención de las redes de lenones y tratantes que se mueven con toda facilidad desde Tenancingo, Tlaxcala hasta Nueva York.
Hasta el momento la gobernadora Lorena Cuellar Cisneros no ha presentado una propuesta frente al salvaje lenocinio que se mueve en su estado.
Se espera que como fémina sea especialmente sensible a esos temas.
Pero hasta el momento ha sido igual de omisa que sus antecesores.
Puebla capital tiene la gran oportunidad de controlar, regular y proteger la prostitución creando un padrón de sexo servidoras; con regulación médica y sanitaria; con la asistencia de trabajadoras sociales; con acceso a protección jurídica.
En los tiempos de un México envuelto en la violencia la prostitución es un bocado muy apetecible para el crimen organizado.
Todo debe partir de un padrón de sexoservidoras.
Si no lo hace el gobierno lo hará la delincuencia.
cupula99@yahoo.com
TAGS