sab 5 mar 22 / Orbe / A 62 años del histórico descubrimiento de Richard Mac Neish.
Hace 62 años, el 23 de febrero de 1960, el arqueólogo estadounidense Richard Stockton MacNeish dio a conocer el hallazgo más importante de su carrera.
En este valle, concretamente en cuevas de lo que hoy se conoce como El Riego y Coxcatlán fueron encontradas las primeras mazorcas producto de un proceso de agricultura.
Ese descubrimiento permite considerar al valle de Tehuacán como la “Cuna del Maíz”.
Anteriormente pequeñas mazorcas se daban de manera silvestre, crecían de manera natural.
Pero las condiciones climáticas de este valle y sobre todo los acuíferos -el agua que circula en el subsuelo-, hicieron de esta zona un edén de la agricultura.
El agua del subsuelo permitió la creación de canales de irrigación que hoy conocemos como los tecuates; algunos con una antigüedad de 4 mil años.
Así fue como los primeros pobladores de este valle descubrieron que esos granos se podían sembrar y obtener nuevas mazorcas.
Paulatinamente y luego de cientos de años en este valle nació el proceso de la agricultura.
Fue el arqueólogo Richard MacNeish quien descubrió las primeras mazorcas producto de la siembra y la cosecha del hombre: el origen de la agricultura en Mesoamérica.
La base de la alimentación de todas las culturas prehispánicas.
Aquí se domesticó el amaranto, el aguacate, la calabaza, el chile, el frijol en 8 variantes y por supuesto el maíz en 12 variantes.
Fue tan próspera la agricultura en este valle que construyeron la presa prehispánica Purrón, que tuvo una longitud aproximada de 400 metros de largo, 100 metros de ancho y una altura de 25 metros.
Aún quedan restos de esa edificación en la zona de Coxcatlán.
Recientes investigaciones arqueológicas han descubierto que en lo que hoy se conoce como la junta auxiliar de San Marcos Necoxtla se construyó el primer pozo artesanal del continente americano.
Pero la base de todos estos descubrimientos fue la investigación del arqueólogo Richard MacNeish que se dio a conocer el 23 de febrero de 1960.
En estos días se cumplieron 62 años.
Hoy con esta publicación hacemos un tributo a su legado.
Ojalá en un futuro tengamos autoridades que conozcan un poco sobre la historia de Tehuacán y sepan darle su lugar a efemérides de esta naturaleza.
Redacción: Orbe, Bufete de Comunicación.
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