Cúpula / Rodolfo Ruiz, tú libertad es mi misma libertad
martes 7 enero 2024 / Publicado en El Sol de Puebla /
Estamos en el inicio de un nuevo sexenio.
Los grupos políticos se reacomodan y hay nuevos jugadores en el tablero.
En este contexto los medios de comunicación y en especial los foros periodísticos tienen una postura.
En algunos casos cercana al régimen y en otros una línea crítica.
Esto es parte de la indiscutible libertad de expresión que se goza en Puebla.
Cada agente periodístico y en particular los columnistas tienen el legítimo derecho de expresar su postura.
Aún estamos en una democracia y en la entidad es claro que los medios tienen de una amplia libertad editorial.
Sin embargo, en días recientes se ventiló un denuesto contra Rodolfo Ruiz, titular del portal e-consulta.
La descalificación pretende insinuar que sus notas tratan de obtener algún beneficio.
Interpretar las opiniones editoriales al criterio del “convenio” es una lectura reduccionista y que agravia a todo el gremio periodístico.
Divide a los comunicadores entre los favorecidos con un contrato y los no patrocinados.
Entonces ¿dónde quedan las posturas individuales? ¿dónde los criterios y las investigaciones que realiza el periodista? ¿acaso no existe el juicio suficiente y el discernimiento personal?
Pretender encuadrar la labor de los periodistas bajo la perspectiva de un contrato de publicidad deshonra y envilece esta noble función.
Con esa visión Francisco Zarco se hubiera leído como un “resentido” por no recibir dádivas de los conservadores.
Bajo ese criterio grandes plumas del periodismo mexicano como Manuel Caballero, Filomeno Mata o la pionera de la prensa feminista Mateana Murguía de Aveleyra, habrían quedado reducidas.
Subrayamos, pretender leer el ejercicio periodístico desde la óptica de un “convenio” no es válido en tiempos de una polarización exacerbada, una violencia salvaje y una sociedad aletargada por alegatos maniqueos.
Este escenario obliga a una independencia editorial mayúscula.
Los juicios de un periodista sobre el trabajo de otro periodista son expresiones desafortunadas y se mueven bajo la sombra de un mensaje enviado desde la cúpula del poder.
O por lo menos desde sus personeros u operadores.
La libertad de expresión que tiene un columnista como Rodolfo Ruíz es la misma de que gozan sus detractores.
Entre profesionales se reconoce: tú libertad es mi misma libertad.
Y pretender descalificarla bajo el criterio de “beneficios” no solo ofende al titular de ‘La Corte de los Milagros’ sino a todos quienes ejercemos este apasionante oficio.
Bajo esa óptica el periodismo habría muerto para convertirse en un ejercicio banal de plumas pagadas lo que representaría la prostitución de esta función social.
Por supuesto que todo medio de comunicación necesita de publicidad comercial y política.
Esto va desde los grandes consorcios internacionales hasta las modestas tribunas de provincia.
La gran diferencia estriba entre vender espacios o entregar la línea editorial.
Quienes venden planas o “banners” están en su legítimo derecho de ofrecer publicidad.
Quienes vendan su postura editorial no serán juzgados por otros periodistas, sino por sus lectores. Y ahí el juicio será implacable.
En tiempos recientes vemos el contraste entre periodistas como Anabel Hernández, Carmen Aristegui y Raymundo Riva Palacio y otros como Ricardo Alemán, Carlos Marín, etcétera, etcétera.
Ahí el juicio de los lectores es severo y es el único que debemos aceptar los periodistas.
cupula99@yahoo.com
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