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Cúpula / Mesa binacional contra el tráfico de armas

Columna publicada el martes 7 de octubre de 2025

En estos días trascendió la llegada a México de la más avanzada tecnología militar.

Se trata de drones de fibra óptica que ya operan en varios estados.

Son la última generación.

A diferencia de los drones tradicionales, los actuales no se controlan por una señal de radio, sino por un delgado cable, semejante a un hilo de pesca, que puede alcanzar una longitud de hasta 20 kilómetros.

No es posible derribarlos con inhibidores de señal.

Al día de hoy estos artefactos son utilizados por dos ejércitos.

Tanto las tropas de Ucrania, armadas por la OTAN, como las milicias rusas auspiciadas por China y Corea del Norte.

Ambos frentes se baten usando drones de fibra óptica.

En México el grupo denominado “La Mayiza” que dirige Ismael Zambada Sicairos ya los exhibe y se presume que también los tiene el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

La presencia de estos drones volando en los aires de México es un reto para el operativo recientemente presentado como “Firewall” o “Cortafuegos”.

La semana pasada altos funcionarios de la mesa binacional México – Estados Unidos anunciaron el operativo que pretende detener el tráfico de armas.

El Embajador Ronald Johnson calificó la misión como una “cooperación histórica”.

La nueva postura de Washington debe seguirse con atención y se debe recalcar como novedosa, porque México no debe olvidar que durante las administraciones de George W. Bush y Barack Obama se implementó el operativo “Rápido & Furioso”.

Con el pretexto de vigilar al narcotráfico enviaron una enorme cantidad de armas que en realidad tenían la intención de crear un estado fallido.

Solo que no calcularon las consecuencias.

Ellos enviaron armas y México les devolvió carretadas de drogas sintéticas, principalmente fentanilo que está causando estragos en las calles de la Unión Americana.

Por eso ahora la postura de la Casa Blanca es radicalmente distinta.

La lucha contra el narcotráfico tiene dos lecturas.

En Estados Unidos las detenciones de “El Chapo”, Caro Quintero o “El Mayo” son un espectáculo, un show político – electoral que busca atraer simpatizantes y votantes, pero en las calles de México las acciones del Departamento de Justicia son imperceptibles.

El operativo “Firewall” arranca frente al reto que representan estos drones.

La mesa binacional debe responder:

¿qué traficantes vendieron estos aparatos a los cárteles? ¿cómo entraron a México? ¿quiénes están capacitando en su operación?

Desde 2018 no se realiza una investigación a fondo sobre el tráfico de armas.

Ese año se reveló que la fábrica alemana Heckler & Koch vendió alrededor de 10,000 fusiles G-36 a México.

La venta salió a la luz porque algunos de los sicarios que plagiaron a los 43 normalistas de Ayotzinapa portaban esas armas.

Por favor debe leerse correctamente.

No fue una venta realizada por traficantes que operan en los sótanos.

Fue una transacción empresarial.

La firma germana entregó directamente el armamento a gobiernos estatales y a personeros de los cárteles.

La sanción fue ridícula y exhibe la poca importancia que los países industrializados dan a las naciones en vías de desarrollo.

En 2019 el gobierno alemán multó a la empresa Heckler & Koch y a dos de sus empleados por la venta “irregular” de armamento.

El operativo “Cortafuegos” representa la primera acción de la mesa binacional que se puede traducir en un cambio real en las calles de México.

Si ahorcan el suministro de fusiles, granadas, lanzagranadas y drones, la situación puede cambiar.

Estaremos atentos.

cupula99@yahoo.com


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