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Cúpula / Desgarriate financiero de Rivera y Domínguez

lunes 7 octubre 2024 / En un hecho que debe leerse como otra prueba del desaseo, la corrupción y el desorden administrativo, el Cabildo de Puebla expuso la necesidad de solicitar un crédito por 600 (con letra seiscientos) millones de pesos para el arranque de la próxima administración que encabezará José Chedraui Budib.

El tesorero municipal Omar Coyopol Solís expuso que se debe solicitar un crédito toda que vez que el presupuesto del año 2024 que ascendió a 6 mil 614 millones se ejerció en su totalidad.

La gran pregunta es:

¿en qué se gastaron 6 mil 614 millones de pesos si las vialidades de Puebla están en pésimas condiciones?

¿adónde fueron a parar esos recursos cuando la crisis delictiva exhibe una completa falta de estructura policiaca?

Basta recorrer las juntas auxiliares para percatarse del abandono en que se encuentran.

Esas demarcaciones carecen no solo de obras de impacto, sino del más elemental mantenimiento de vialidades, alumbrado y espacios públicos.

La interrogante es mayúscula: ¿dónde quedaron esos 6 mil 614 millones de pesos?

Es evidente que estamos ante un salvaje latrocinio.

El mayor saqueo que haya visto la Angelópolis.

En un auténtico Estado de Derecho Eduardo Rivera Pérez y su socio Adán Domínguez deberían ser sometidos a formales procesos penales por lo que puede considerarse el mayor despojo administrativo al patrimonio de la ciudad de Puebla.

Ahora se ven en la necesidad de solicitar un préstamo por 600 millones de pesos para que la gestión de José Chedraui pueda arrancar; de lo contrario no tendrá siquiera para pagar la nómina municipal.

A lo largo de tres años se mostraron suficientes evidencias de los malos manejos en que incurrieron Rivera y Domínguez, pero con este cierre rebasan cualquier otra anomalía.

Agotar, consumir todo el presupuesto de 2024 es prueba mayúscula de la voracidad y rapacidad con que se condujeron.

Y este es el panista que quería llegar a la gubernatura.

En Casa Aguayo hubiera hecho un atraco que haría palidecer al morenovallismo.

En unos días José Chedraui rendirá protesta como presidente municipal de Puebla y no tiene compromiso alguno con la gestión de Rivera – Domínguez.

Lo que los poblanos esperan es una auditoría a fondo.

Una revisión exhaustiva de los manejos amañados, las falsas licitaciones, los contratos a modo y los pagos exorbitantes que exhiben de cuerpo entero a la camarilla de forajidos que tomaron por asalto el Charlie Hall.

El próximo gobierno estatal tampoco tiene compromisos con el yunquismo decadente que representa Eduardo Rivera.

Lo que se espera es una profunda investigación administrativa que llegue hasta las últimas consecuencias y cuyas observaciones se trasladen a formales carpetas de investigación en la Fiscalía Anticorrupción.

Puebla padeció durante tres años la frivolidad de la cofradía yunquista que no es otra cosa que una gavilla de bandidos que saquearon las arcas sin pudor y sin rubor.

Subrayamos, y así querían llegar a la gubernatura.

TEHUACÁN, OTRA TAREA PENDIENTE PARA LA FISCALÍA.

Otro tema que no puede pasar inadvertido es el caso Tehuacán donde el edil saliente Pedro Tepole utiliza la tesorería municipal como si fuera la banca de sus juegos de póker.

En días recientes autorizó una transferencia por 16 millones de pesos para salvar de la quiebra al organismo descentralizado del agua potable.

Aún no explica las causas que llevaron a la bancarrota a una dependencia tradicionalmente solvente.

Su nivel de corrupción llega a grados de cinismo.

En plena lectura del tercer informe de gobierno Tepole aseguró que su red de cámaras de vigilancia tuvo un costo de 42 millones de pesos, pero en la misma ceremonia el regidor de Gobernación Armando Ramírez San Juan declaró que el sistema de 400 cámaras no funciona.

De manera extraoficial se sabe que varias cámaras se quemaron por una inadecuada instalación eléctrica. Como sea la red de videovigilancia no sirve.

Esto representa un daño patrimonial por 42 millones de pesos.

Bastaron las lluvias de agosto y septiembre para que en todos los puntos de Tehuacán la obra pública literalmente se deshaga; los adoquines y las coladeras se botan, demostrando la baja calidad en los trabajos.

Este es otro impresentable que buscaba reelegirse.

Tal parece que estamos ante un tiempo de cínicos.

cupula99@yahoo.com


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Adán Domínguez SánchezEduardo Rivera PérezJosé Chedraui Budib