Cúpula / Tlalancaleca, guarida de un cártel.
Columna publicada el lunes 5 de mayo de 2025 en el portal Periódico Central.
El tema lo hemos subrayado en incontables ocasiones y lo habremos de repetir cuantas veces que sea necesario.
La seguridad pública es el punto más relevante para el sexenio armentista.
El proyecto de una capital tecnológica, centros de desarrollo regionales y obras comunitarias dependen enteramente de la estabilidad y la seguridad del estado.
No hay otro rubro que tenga mayores efectos que el combate al crimen organizado.
En horas recientes trascendió el cateo a una casa de seguridad en la junta auxiliar de San Francisco Tláloc, municipio de San Matías Tlalancaleca, zona de San Martín Texmelucan.
En el lugar se encontraron fusiles AK-47 conocidos como “cuerno de chivo”, un fusil Browning y otro Scar de manufactura belga considerado un arma de élite por las policías y ejércitos de Europa.
Todos los fusiles estaban abastecidos con suficientes cartuchos para enfrentar a cualquier corporación policiaca.
En el lugar había dos vehículos, una Ford Expedition blindada y una camioneta Suv Honda.
La descripción es elocuente.
Ésta no es la madriguera de huachicoleros comunes, sino la casa de seguridad de un cártel.
El cateo se realizó en base a trabajos de inteligencia de instituciones estatales, encabezadas por la Fiscal Idamis Pastor Betancourt.
Hoy la delincuencia organizada solo puede ser enfrentada por un aparato de inteligencia.
Hasta el momento no se ha revelado el hallazgo de celulares, pero en ese caso estaríamos ante la próxima caída del grupo criminal que está realizando ejecuciones y dejando cuerpos en municipios de la Zona Metropolitana de Puebla (ZMP).
El análisis forense de un celular revela contactos, conversaciones, geolocalización de puntos frecuentes, rutas de traslado.
La revisión tecnológica de un celular arroja más información que 20 interrogatorios.
El cateo se debe reconocer como un golpe importante de la administración armentista al crimen organizado.
El gobernador Armenta ha demostrado una firme voluntad política para impedir que Puebla se convierta en refugio de cárteles, como sucede en Estado de México o Morelos.
“LAVADORES” EN PUEBLA.
En Puebla el combate a la delincuencia organizada ha sido paulatino, paciente, pero no omiso.
El cateo en San Matías Tlalancaleca debe ser el primero de varios.
Pero no solo sobre los sicarios, sino sobre aquellos operadores de cuello blanco.
En diferentes puntos del estado hay aliados financieros o “lavadores” de grupos criminales.
Se trata de empresarios de nivel medio que no se involucran en actividades violentas como levantones o ejecuciones, pero si están relacionados con la maquinaria financiera de grupos criminales.
Desde el sexenio de Manuel Bartlett Puebla ha sido un punto neurálgico para el lavado de dinero.
Si bien esas actividades representan otra forma de derrama económica, también es cierto que son una amenaza latente para la estabilidad.
El “lavador” de un cártel es también el informante, el enlace con autoridades, principalmente presidentes municipales que prefieren la comodidad de cohabitar con grupos criminales antes que informar al gobernador de la situación.
Combatir un cártel no solo representa detener a los sicarios, también estriba en desarticular a sus aliados financieros.
Estaremos atentos.
cupula99@yahoo.com
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