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Teatro que aborda la desaparición y los feminicidios, la migración, la precariedad laboral.
Entrevista con Inti Barrios Hernández.

– Inti Barrios Hernández gracias por esta entrevista

Buenas tardes, gracias por abrir este espacio.

– ¿Nos puede comentar cómo inició su identificación con las artes escénicas?

Desde niña me llamaba la atención la actuación y por eso en la secundaria me uní a un taller de jóvenes de la Biblioteca Pública Municipal que hacían teatro. 

Posteriormente entré al taller de teatro de la preparatoria y en la Universidad Iberoamericana fui parte del taller de teatro universitario en donde participé en varias obras teatrales de teatro clásico y contemporáneo.

– ¿En qué instituciones estudió? ¿con qué maestros?

MI primer maestro fue el cubano Guillermo Cabello en la Universidad Iberoamericana de Puebla y sin lugar a dudas su influencia fue importante para lo que hago ahora, ya que para Guillermo era primordial saber ¿Por qué se hacía teatro? ¿Qué se quería decir? ¿Para quiénes? 

Él nos invitaba a cuestionarnos como estudiantes qué nos decía por ejemplo un texto clásico aquí y ahora en nuestro contexto.

Por Cabello es que fui a parar a México para tomar clases de la técnica de actuación con Antonio González Caballero con quien estudié durante varios años no sólo actuación, sino también clases de voz y de vida porque González Caballero era un maestro de vida y tuve la suerte de tomar clases con él, que es uno de los grandes dramaturgos mexicanos y creador de una técnica de actuación única, un investigador teatral, pintor, maestro y un gran ser humano, que sigue presente en su legado.

Tras su muerte decidí tomar clases formales de actuación en CAsAzul, Artes Escénicas Argos, combinando esto con impro teatral en el Teatro Helénico con Omar Argentino Galván, entre otros talleres.

En Casa Azul tuve maestros como Jorge Ávalos, Marcela Aguilar, José Caballero y Enrique Singer.

Antes había tomado clases de dramaturgia con Gabriela Ynclán en Casa Lamm, gracias a Gabriela escribo teatro, cosa que antes nunca pensé posible.

También he tomado cursos de mimo en la escuela de mimo de Montreal, ya que obtuve una beca del FONCA en el año 2012. 

Por mi cuenta he tomado múltiples talleres como Performance, con Guillermo Gómez Peña; narración oral con el Consejo de la Crónica de la ciudad de México, etcétera.

Poco antes de salir de la escuela comencé a dirigir teatro y mi primera dirección fue colectiva con Iván González, un colega de Casa Azul con quien monté “La guarda cuidadosa”, un entremés de Cervantes, y que fue parte de un proyecto de la Compañía Nacional de Teatro, que invitó a egresados de Casa Azul y al que nos unimos, presentando nuestro trabajo junto a otros entremeses, en los teatros Julio Castillo, Teatro de la ciudad y Benito Juárez.  

Esta experiencia ya se había tenido anteriormente con el “Proyecto Shakespeare” en el que los graduados de la generación 2003 presentamos a manera de examen: “Pericles, Príncipe de Tiro”, dirigida por José Caballero.

De igual modo participé en diversos montajes como “Romeo y Julieta” (una versión mixta de teatro y ópera) dirigida por Jorge Ávalos, así como “El juez de los divorcios” entremés cervantino; “Ensayo sobre la Melancolía” dirigida por Alberto Villarreal; “Podrías llamarte Antígona”, dirigida Silvia Macip y que es una obra de Gabriela Ynclán, que actualmente estoy investigando para mis estudios de Maestría en Literatura Hispanoamericana.

Monólogos de la maquila

En el 2006 monté “Monólogos de la maquila, ensamble escénico de historias azules, que aborda las condiciones de trabajo de las trabajadoras de la maquila de Tehuacán y que recorrió gran parte de los corredores maquileros de México. 

También se presentó en Honduras, Nicaragua y Montreal, en Canadá, en donde obtuve una residencia artística en el año 2011 en el Montreal Arts Interculturel. 

Ahí la obra tuvo un elenco binacional y fue una versión en español, inglés y francés.

En Montreal actué también en un proyecto dirigido por el artista Barak Adé Soleil y que consiste en una adaptación para Montreal de la obra “Los bajos fondos” de Máximo Gorki.  

De igual modo como artista y migrante fui parte de una veintena de proyectos e intervenciones diversas del Bloque de Artistas del Centro de Trabajadores Migrantes de Montreal, así como también parte del grupo impulsor del Festival de Performance: “Solidarity in Performance Art”, en Filipinas, país al que pude viajar en dos ocasione viajando y haciendo performance junto a artistas de Asía y otras partes del mundo. 

– Sabemos que no solamente actúa, sino que básicamente escribe obras con contenido social ¿nos puede hablar sobre sus obras? 

Hubo un día en que me di cuenta que yo tenía cosas que decir por lo que no bastaba con actuar en el sentido de interpretar, sino que quería hablar de lo que a mí me dolía, porque en este país duelen muchas cosas, sobre todo la violencia, llevaba años haciendo teatro clásico, cosa que me gusta y se hacer pero sentía la necesidad de hablar de lo que duele-

Así surgen: “Monólogos de la maquila, ensamble escénico de historias azules” para mostrar lo que viven las obreras de la maquila en Tehuacán, así como el impacto de la moda en las mujeres. 

Todo este trabajo se hizo al lado de las organizaciones y grupos de obreras y también como parte de mi trabajo como activista. 

Monté y escribí el texto de dos obras que resultaron del trabajo con mujeres migrantes huyendo de la violencia radicadas en Montreal, quienes actuaron sus propias historias en “Como las Águilas” y “La celebración”.

“Going Bananas viaje a dos ruedas de una migrante empastillada”.

Actualmente tengo una conferencia performática llamada “Going Bananas, viaje a dos ruedas de una migrante empastillada”, que aborda la violencia del sistema de salud y la discriminación hacia los cuerpos disidentes, no normados.

En mis performances e intervenciones abordo la desaparición, los feminicidios, la migración, la precariedad laboral  y todos ellos tienen que ver con cosas que me ha tocado vivir o ver, como mi propia experiencia como trabajadora migrante, por la que surgió el performance “Los invisibles”, que ha sido traducido al inglés y al francés, o  “Going Bananas” que va de mi experiencia hospitalaria tras un accidente de auto. 

Este trabajo recientemente fue seleccionado para el Circuito de Artes Escénicas Chapultepec, por lo que se presentará en 4 estados: Morelos, Puebla, Guerrero y Tlaxcala.

– En la ciudad de Tehuacán ¿qué obras ha presentado?

Presenté en dos ocasiones “Monólogos de la maquila, ensamble escénico de historias azules”,  una en un parque lleno con trabajadoras y trabajadores de la maquila y otra en el Parque Ecológico, durante un FITH, en dicha función sabotearon la función pero era un grupo de actrices profesionales y logramos superar todos los intentos para que no se escuchara o fallara el audio o las luces.  También estuvo en un FITH “Podrías llamarte Antígona en la que participé como actriz así como el performance “Ayotzinapa” en diversas ocasiones  y “Hermanas”, un ritual escénico de sanación para nuestras hermanas desaparecidas y asesinadas, en el Festival “Los hijos del maíz”.

Hice también una intervención en la calle  sobre la vida de Morelos en Tehuacán,  y que  me ayudó a escribir mi mamá, que sabía de historia. En ese monólogo Morelos vuelve del más allá a Tehuacán porque se entera  de todos los saqueos existentes en la región y  ve  la poca rebeldía  de los ciudadanos por lo que decide intervenir,  ya que las condiciones coloniales se repiten  aunque no exista la corona española. Morelos se molesta mucho porque no puede volver a su casa ya que está convertida en un restaurante de carnitas y no hay siquiera un museo.

Además he presentado un par de veces en escuelas, cafés y parques,  el espectáculo de narración oral escénica: “De Berkane a Bagdad, cuentos moros” en el que se incluyen cuentos de la tradición oral marroquí y de las Mil y Una Noches;  así como cuentos indígenas para niños.+

– ¿Actualmente en qué proyectos teatrales trabaja?

Actualmente trabajo en mi Teatro Post-Traumático: “Going Bananas, viaje a dos ruedas de una migrante empastillada”, del cual hablé antes. 

Dicho proyecto se estrenó en el Festival de Teatro Íntimo en Yucatán, después en Buenos Aires y Montreal. 

Próximamente estará de viaje y espero también poder armar al menos una función en mi pueblo.

También vengo de armar una conferencia performática que recorre todos los trabajos escénicos en los que he trabajado y que hablan de migración. 

Dicho trabajo comienza en El Tecomate, en Acatlán de Osorio, Puebla y pasa por diferentes lados como Tapachula, Montreal, en Canadá y  en él se recogen mis experiencias como migrante y con migrantes de diversas partes del mundo.

Esto lo presenté en Argentina recientemente en septiembre.

De igual modo estoy cosiendo mi trabajo de titulación de maestría, que es una investigación sobre la obra “Podrías llamarte Antígona”, escrita por Gabriela Ynclán y que está basada en la tragedia de los mineros en Pasta de Conchos en el 2006.

– ¿Algo más que quiera agregar?

Que me da gusto ver a muchas personas en el mundo de las artes escénicas actualmente en Tehuacán y que haya festivales, escuelas, etcétera. Eso es maravilloso. 

Ayer fui a ver una obra muy buena sobre nuevas masculinidades y el problema de la trata sexual en México, concretamente en el estado de Tlaxcala. 

Qué maravilla que en Tehuacán haya más ofertas que ir a ver cine comercial o el teatro comercial.

Por supuesto esto de las ofertas culturales lo hacen la gente, los artistas, los trabajadores de la cultura, ya que a nivel del gobierno no hay interés alguno.

– Gracias por esta entrevista.

Gracias a usted por interesarse en estos temas.

Entrevista de Orbe, Bufete de Comunicación.


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