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Psicoterapeuta

Hace unos días platicaba sobre el tipo de música con el que crecí.

Mi papá tiene una amplia colección de discos de acetato y cassettes que ponía durante la comida. Entre canciones de Chopin y Liszt nos pasábamos la tarde, aunque muchas veces los Panchos, los Tres Ases o los Tecolines eran quienes acompañaban nuestra degustación de los alimentos.

Con el tiempo me fui haciendo de mis propios gustos musicales que no estaban tan lejos de lo que me inculcaron de niña, sin embargo, no sé cómo sucedió que él año pasado sucumbí ante una canción de Maluma y fue así como Hawái me estuvo acompañando durante el último semestre del 2020.

¿Les ha pasado que de repente se ven envueltos en algo y no saben cómo llegaron hasta allí?

Si se supone que tenemos libertad ¿Cómo es que terminamos por elegir cosas que “en nuestro sano juicio” no escogeríamos? (y si, esto incluye gobernantes, películas, canciones y un sinfín de cosas).

Pues esto parece tener una explicación filosófica que aquí te presento.

Corría el año de 1937, Alemania veía surgir la Escuela de Frankfurt que daría origen a la Teoría Critica que cuestiona el papel que tienen los medios de comunicación dentro de una sociedad y propone que su principal función ha sido el de dominar las masas pues mediante el entretenimiento pueden sembrar ideas en nuestro pensamiento.

¿No lo crees?

En el 2014 el nombre más utilizado para registrar a un varón fue Neymar (y miren que yo no estoy muy familiarizada con el futbol pero vaya que se volvió una moda), en los 90´s todos hablábamos de chupacabras y distintos medios de comunicación tenían información exclusiva del fenómeno; pero no nos vayamos tan lejos ¿Alguno de ustedes sufrió con Frida Sofía, la niña atrapada en el derrumbe del colegio Rébsamen que la televisión, la radio, el internet y el periódico nos hicieron creer que existía? Si bien los medios son de gran influencia, esto no para aquí.

Volviendo a la teoría, varios autores de esta proponen que la mayoría de la información está manejada por los dueños de los medios de comunicación que buscan que haya un gusto especifico en cosas o en formas de pensar, lo que no nos permite desarrollar nuestra capacidad crítica para analizar el mundo.

Nos presentan productos o ideas muy específicas que desean que adquiramos. Es decir, estamos frente a una nueva forma de dominación disfrazada de libertad.

Por ejemplo, tu puedes tener en mente qué tipo de libro deseas adquirir, sin embargo cuando vas a las librerías, solo puedes elegir de entre aquellos que cumplieron ciertos requisitos para ser publicados, con la música cuando enciendes la radio solo ponen una canciones y artistas seleccionados, en cuanto a la televisión (sobretodo abierta) la programación es bastante repetitiva – desde los tiempos de mi abuelita -.

Pero estos no son los únicos rubros donde todo está previamente elegido pues por ejemplo si en estas elecciones quieres votar por un candidato nuevo que represente algún cambio veras que las opciones son las de siempre – las que los partidos quisieron poner -.

En síntesis hay una libertad aparente donde nuestra elección dependerá de las “alternativas” que nos presenten ciertos grupos.

Se nos trata como consumidores antes de tratarnos como humanos, así que nos ponen la música que más vende, las películas que más venden, los programas que más venden y los candidatos que más venden.

Y así nos vamos diluyendo entre películas de Derbez, canciones de Maluma, los programas de Ventaneando y la Rosa de Guadalupe y candidatos como Alatriste, Tepole, Aguilar y Cárdenas, lo de siempre.

Así que, la próxima vez que estés a punto de elegir algo pregúntate si corresponde realmente a tus deseos o simplemente debes elegir algo de lo que ya te han puesto en el aparador.


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