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Cúpula / Cierre del Hotel México es por motivos generacionales, no económicos.

En horas recientes se dio a conocer el cierre definitivo del emblemático e histórico Hotel México de Tehuacán.

Efectivamente como se ha apuntado el sitio fue adquirido por Don Felipe Bello Prada, quien fue cocinero del presidente Francisco I. Madero.

El hotel lo heredó a sus hijos Luciano y Felipe Bello Neira.

A finales de la década de los años 40 y principios de los 50, paulatinamente el joven Felipe se fue haciendo cargo del sitio turístico.

Fue un hombre reconocido por su don de gentes, su amabilidad y gentileza, pero por encima de todo como el último gran enamorado de Tehuacán.

Fue Don Felipe Bello Neira quien verdaderamente amaba al Hotel México y lo convirtió en el sitio emblemático que fue.

Hoy que se presentan algunas crónicas no se reconoce debidamente que el verdadero anfitrión de celebridades de la política, el espectáculo, el cine, las artes y el periodismo fue Don Felipe Bello Neira.

Y esto se debe a que nunca buscó convertirse en una figura protagónica.

Su labor de empresario hotelero siempre la desarrolló con una gran sonrisa y amenas pláticas que se prolongaban por horas en el restaurante y pasillos del hotel.

Sin embargo, en la década de los años 90 se dio un distanciamiento entre Felipe y Luciano, siendo el segundo quien tomó el control administrativo del negocio.

Al deceso de Luciano Bello Neira, las hijas de su segundo matrimonio recibieron el inmueble.

Pero realmente nunca les interesó continuar con la tradición y la herencia histórica del hotel.

Debe subrayarse que la familia goza de un considerable patrimonio, tanto en bienes inmuebles como en liquidez.

Las versiones que apuntan a que la contingencia sanitaria causó el cierre del hotel son completamente equivocadas.

El hotel se cierra porque a la tercera generación de la familia Bello ya no le importó continuar con la tradición, no por una crisis financiera.

La familia tiene la suficiente solvencia económica para sostener el hotel, pero simplemente ya no quisieron tenerlo.

De manera extraoficial se sabe que quieren vender el hotel, aunque por el momento no se ha concretado la compra – venta.

Hoy en el ánimo de los tehuacaneros corre una sombra de nostalgia y tristeza.

Que sirvan estas líneas para recordar al último gran hotelero, al gran apasionado de la tradición turística de Tehuacán, Don Felipe Bello Neira.

Siempre lo recordaremos querido amigo.

Siempre.

Redacción: Orbe, Bufete de Comunicación.
findesemana99@gmail.com


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